Panorama vitivinícola: En manos del destino y la ciencia

jueves, 9 de abril de 2020 · 07:50

Por Marcelo López especial para MendoVoz

Es casi obvio que nadie espera buenas noticias en el contexto de la pandemia que abruma al mundo, pero aún todos -no importa al sector al que pertenezcan- apuestan a que -por lo menos- no se sigan acumulando malas.

La vitivinicultura parece llamada a acumular malas. Hace una semana hablamos aquí de lo ilógico que resultaba que las vinotecas de Mendoza tuvieran problemas para abrir sus puertas y mayores inconvenientes aún para enviar sus productos vía delivery. La situación no cambió por ahora, sino que se profundizó con una importante cantidad de provincias de la Argentina (sobre todo del Norte) que pusieron restricciones totales a la venta de alcohol. En total son mas de 40 municipios en nueve provincias que prohibieron la venta a lo que se suman los problemas de Mendoza y alguna otra que sin prohibirlo taxativamente ponen suficientes trabas a la apertura de locales que es casi una prohibición

La Coviar viene, desde la semana pasada, realizando gestiones con autoridades nacionales y provinciales, bajo el concepto ya expresado que el vino es un alimento y no solo es saludable y recomendado por la medicina, sino que se permite la venta sin obstáculos de bebidas gaseosas llenas de azúcares y alta fructuosa muy perjudicial para la salud sin ningún reparo, como expresó el titular de la entidad José Alberto Zuccardi.

La esperanza es que a partir del lunes con la flexibilización del aislamiento obligatorio se puedan recuperar algunas actividades y se solucione, una parte del tema. La Coviar también está solicitando un plan integral de asistencia al trabajo y la producción que también incluya los nuevos rubros del sector como el enoturismo que se verá afectado por muchísimo tiempo y genera un sin número de puestos de trabajo.

Más allá de lo que se pueda obtener de apoyo del Estado, claro que esa rama de la industria que estaba fundamentalmente apuntada al turismo receptivo extranjero de alto nivel, deberá adecuar sus tarifas y servicios para atraer al turismo interno que será el primero que se recuperará y cambiar tangencialmente su modelo de comunicación. No hay dudas y sí certezas muy fuertes que para que se recupere el turismo internacional falta mucho tiempo porque los países del mundo -incluido Argentina- no levantaran ni fácil ni rápidamente las restricciones de sus fronteras.

Otra mala noticia fue el informe de exportaciones del INV. Tal como adelantamos aquí, los despachos de vino fraccionado al exterior cayeron 1,4 por ciento, número que seguramente se profundizará en abril y por varios meses.

Si bien las exportaciones de mosto y granel mantienen un crecimiento aceptable, la verdad es que el que genera marca, imagen, presencia y valor agregado es el fraccionado por lo que si bien la cuenta da positiva para el crecimiento de exportaciones el saldo es negativo.

El panorama a futuro está tomado por la incertidumbre y la industria parece quedar en manos del destino y la ciencia para decir cuándo termina. 

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