Panorama vitivinícola: Ante los nubarrones del horizonte lo mejor es la prudencia

viernes, 29 de mayo de 2020 · 08:03

Por Marcelo López especial para MendoVoz

Mientras alguna esperanza asoma con el pase a la fase 5 de la cuarentena en muchas provincias argentinas, lo que permitirá reabrir lentamente restaurantes, espacios gastronómicos y comenzar a mover algo el turismo interno, una increíble euforia se desató en algunos medios por los números positivos del INV.

La verdad es que si bien los despachos del INV en abril crecieron 1,1 % interanual y el primer cuatrimestre cerró con un 3,7%  de alza respecto al mismo periodo de 2019 no se entiende el festejo. El primer bimestre había cerrado con un crecimiento de 11 puntos que cayó drásticamente en el trimestre a 4,8% y volvió a recortar a 3,7% al final de los primeros cuatro meses marcando una clara tendencia a la baja.

Si se consulta a los canales de comercialización la respuesta es terminante: “Estamos vendiendo muy poco” y confiesan estar comprando para mantener stock y cubrirse de futuros aumentos. Recordemos lo que escribimos siempre: el INV mide los despachos desde las bodegas no el consumo directo. Por eso la prudencia es el mejor consejero en estos días.

Hay un nuevo mercado interno en formación (se ve claramente cuando se abren los números de los despachos) donde los que tengan espaldas para ofrecer calidad a buen precio parecen ser los que corren con ventaja, un revés para quienes en los últimos años apostaron excesivamente por la premiunización de los vinos y los consumidores que ven su principal canal, el HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías), paralizado pero no solo a nivel local sino también mundial.

La exportación también está en veremos, y la tendencia replica la del mercado interno, crece pero con muchas luces rojas. Para colmo se confirmó que en junio próximo entrará en vigor la nueva ley de vitivinicultura en Rusia uno de los grandes importadores de vino a granel.

La nueva ley rusa “ define el concepto de vino como producto de la fermentación de uvas frescas, prohibiendo el uso posterior de los conceptos vino de fruta, vino de baya y otros vinos. Solo si el vino está 100% hecho de uvas rusas, se marcará con un término especial: vino de Rusia”.

“Salvo cambios, prohíbe el uso tanto de mosto de uva, como de vino importado a granel para producir vino en Rusia. La mezcla de vino ruso y de vino importado no se denominará vino, sino bebida que contiene uva y, al menos, el 20% del área de dicha botella estará ocupada por una etiqueta con la inscripción No es vino”, según informa el sitio especializado español La Semana vitivinícola, justamente uno de los países más afectados por la nueva ley. Recordemos que Rusia es un mercado al que la vitivinicultura argentina apostó muchísimo en los últimos años como un gran comprador de vino a granel y mostos.

Una vez más la prudencia se impone fuertemente en la industria que deberá ponerse todos los cascos posibles para salir a dar infinidad de batallas.

Al cierre de esta columna el INV daba a conocer el grado alcohólico y seguramente confirmará la fecha de liberación de los vinos nuevos para el 1 de junio siguiendo la tradición y sobreponiéndose a la presión de San Juan que pedía correr esa fecha por los 30 días.

También este jueves se volvía a producir una nueva reunión de la CoViAr con las autoridades del Ministerio de Agricultura después de la teleconferencia del último jueves que fue calificada como muy positiva por todas las partes que participaron.

Una nueva semana de pandemia se fue, pero los nubarrones siguen firmes en el horizonte.

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