Panorama Vitivinícola: El boom exportador que hay que cuidar

viernes, 22 de enero de 2021 · 07:35

Por Marcelo López, especial para Mendovoz

Una de las necesidades de Argentina son las divisas. El Gobierno pone una parte importante de sus energías en administrarlas y en lograr acrecentar los volúmenes de exportación de la Argentina.

En ese sentido, las economías regionales recibieron un incentivo importante con la baja a cero de los gravámenes de exportación que motiva a buscar nuevos mercados y clientes en el exterior para sus producciones. Si bien el vino no fue alcanzado con esa ventaja y se reformuló el valor de la retención al que aplicó el gobierno de Mauricio Macri, no es menos cierto que hace un par de meses a la vitivinicultura, después de arduas negociaciones y de la presentación de un plan de aumento de exportaciones por parte de la COVIAR, se le duplicó -o más según el caso- los reintegros por exportaciones y se dio gravamen de exportación cero a todo lo que se exportara por encima del volumen del año anterior. Sin embargo, todo no termina allí, una importante fuente del Gobierno nacional confirmó a este cronista que se está trabajando en medidas mayores de incentivo a las exportaciones, incluso superadoras de las que propuso el sector en el documento entregado a los ministerios de Agricultura y de Producción de la Nación.

La vitivinicultura aprovechó muy bien el año de pandemia y cerró con un excelente desempeño en las exportaciones que crecieron considerablemente. La noticia es obviamente buena y promisoria e invita a seguir trabajando en ese sentido junto con la consolidación del consumo del mercado interno, pero también hay datos a los cuales prestar atención para no caer en un falso exitismo que se puede transformar en frustración.

Los números del 2020 cerraron con un incremento en el volumen de las exportaciones vitivinícolas de 26,7%, en comparación con 2019. Las ventas al exterior de vinos fraccionados tuvieron un aumento de 5,7% y las de granel de 59,8%.

Argentina fue uno de los cuatro países que pudieron lograr crecimientos de volumen, siendo el que más creció, seguido por Italia, Nueva Zelanda y Portugal. Durante el 2020 se exportaron 395 millones de litros de vino, lo que implica que se vendieron 83 millones de litros más que el año 2019. Representa, además, el volumen más alto de los últimos 12 años. De ese total, 202 millones correspondieron a fraccionado y 193 a granel.             

Y aquí es donde vale la pena separar la paja del trigo. Sin dudas el que tiene valor es el crecimiento del fraccionado, es una muy buena noticia ya que es el de mayor valor agregado. Los destinos que mejor comportamiento tuvieron con crecimientos por arriba del 30 por ciento fueron Irlanda y Brasil, entre el 15 y 30 % crecieron Colombia, Paraguay y Países Bajos, todos mercados que se podrían considerar nuevos para el vino argentino. Los mercados tradicionales como EE.UU. o Gran Bretaña crecieron a valores razonables entre 2 y 5 puntos.

La mala noticia es la fuerte caída del vino fraccionado al gran mercado del futuro, China, que cayó casi un 23%.

En los vinos a graneles está la señal de alerta que puede hacer que los números totales de este 2021 -cuando cierre- sean peor que los del 2020. Por qué decimos esto, porque las exportaciones a granel a España crecieron 451.8%, un número asombroso pero que tiene que ver con la necesidad de los productores españoles de cumplir sus contratos con el mundo. La buena cosecha europea del 2020 puede cambiar esa ecuación.

También creció fuertemente a China un 207% lo que contrasta con la caída del fraccionado. Tiene una explicación, los asiáticos están empezando a comprar vino a granel para fraccionarlo ellos.

Es importante tener en cuenta estos datos y verlos con frialdad para celebrar con mesura la muy buena noticia y trabajar activamente este año para que a fin del 2021 las noticias sigan siendo para descorchar un buen tinto.

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