Vendimia: mucho ruido y pocas nueces

Por Marcelo López, especial para MendoVoz

Si bien nadie se asombraba ya de la tensa relación entre los dos grupos antagónicos de la vitivinicultura argentina, uno encabezado de alguna manera por Bodegas de Argentina y el agrupando a la gran mayoría de la Corporación Vitivinícola Argentina, la decisión del primer grupo de patear definitivamente el tablero generó el gran revuelo de la semana y ¿del año?.

Apenas horas antes de la Fiesta de Nacional de la Vendimia y cuando ya era una realidad la visita del Presidente de la Nación el comunicado-documento que daba  nacimiento a la Mesa Nacional Vitivinícola que tiene como principal actor a la entidad de calle Rivadavia, acompañada de una serie de entidades vinculadas a la producción sobre todo del Este mendocino y de San Juan, sorprendió a gran parte de los actores del sector y a los funcionarios provinciales y nacionales que no esperaban la declaración definitiva de la guerra con la creación de una especie de COVIAR paralela (los objetivos expresados en el documento no dejan dudas de ello).

En el evento de COVIAR, en el INTA de Luján de Cuyo, el propio ministro Luis Basterra se encargó de, como se dice en la política, bajarle el precio a la nueva agrupación, cuando ratificó ante los periodistas que la institucionalidad de la vitivinicultura está en la entidad creada por ley y que en todo caso había espacio en esa institucionalidad para discutir y resolver las diferencias.

La ruptura formal de las partes (de la que aún no se conocen las consecuencias finales) no empañó el acto de la COVIAR que recibió nuevamente, después de 10 años, la visita de un Presidente de la Nación.

Lo que si empañó de alguna manera el despliegue fue la falta de anuncios o decisiones concretas por parte del Presidente o su equipo. Es muy rescatable y positivo que un primer mandatario vuelva a mostrarse decidido a acompañar el proceso de consolidación y crecimiento de nuestra industria madre, pero para el general de los mendocinos que los gestos no fueran acompañados con algún hecho concreto sin dudas no es la mejor señal.

Si fue concreto que el Gobierno Nacional no está dispuesto a acompañar a la nueva Mesa Vitivinícola. Ni un solo funcionario nacional (ni siquiera el titular del INV) recorrió los pocos kilómetros en línea recta por la ruta 60 que separan el INTA de la Bodega Trivento.

En el agasajo tampoco hubo sorpresas, Patricia Ortiz cargó duramente contra varias de las políticas del Gobierno Nacional y contra la COVIAR y reivindicó la creación de la Mesa.

A su turno, Enrique Vaquié habló en nombre del Gobernador y terminó dando el discurso más sólido de la jornada con precisiones de las medidas tomadas, las políticas aplicadas y su visión de cómo encarar algunos de los pendientes que aún tiene la industria.

La única conclusión que se puede sacar de una mañana vendimial, con un contexto desusual, es que la falta de concreciones o anuncios fue tan grande como la expectativa de que ocurrieran. Como dice el refrán, mucho ruido y pocas nueces.