Panorama Vitivinícola: La permanencia de un momento particular

viernes, 9 de abril de 2021 · 07:42

Por Marcelo López, especial para MendoVoz

La vitivinicultura sigue atravesando un momento particular. La situación global es compleja y tiende a permanecer más tiempo de lo previsto. La continuidad de la pandemia, el rebrote en todo el mundo que vuelve a traer cierres y parates económicos que no se puede garantizar que tengan el mismo efecto que el año pasado en la industria.

La pandemia 2020 dejó un aumento de consumo del vino en todo el mundo. La industria argentina supo aprovecharlo y mejoró su llegada tanto a los mercados nacionales como internacionales. Sin embargo, el 2021 arrancó con bajas de despachos al mercado interno y un crecimiento del 5 por ciento en las exportaciones. Un número que será difícil de sostener porque es casi seguro que habrá una fuerte retracción en la exportación de graneles y la mejora fuerte en el envío de fraccionados que se evidenció en febrero no parece ser una tendencia permanente.

La caída del mercado interno será difícil de retrotraer en un contexto donde las bodegas están buscando recomponer sus precios, los consumidores deben apelar a recortes cada vez más fuertes en sus consumos y además la cosecha 2021 va cerrando con mejoras en los precios de la materia prima que los elaboradores tratarán de trasladar a los valores finales.

Mientras sigue sin cerrarse la negociación entre Mendoza y San Juan y, como adelantamos hace semanas, parece encaminarse a quedar fijado en el 20 por ciento que marca la ley. Hay una fuerte presión de los productores para que se endurezcan las medidas para evitar que se importen vinos por parte de grandes jugadores buscando regular los precios a la baja en un marco de una cosecha más pobre que años anteriores. Según algunos datos, hasta hoy de lo que se ha cosechado y entrado en bodega entre un 15 y 20 por ciento ya fue destinado a mostos y como siempre en mayor proporción en la vecina provincia.

La semana también estuvo cargada de fuertes rumores de la venta de una bodega que haría mucho ruido. Si bien algunos se mostraron sorprendidos, no llama la atención que puedan aparecer varias oportunidades, la pandemia trajo buenas noticias de consumo, pero también muchos problemas financieros y de endeudamiento que para muchos será difícil de superar.

En concreto ya es cerrada la venta de Carinae y uno de los hermanos de una tradicional bodega de apellido español ya tendría casi cerrada la compra de una finca en el Valle de Uco para construir una bodega boutique para elaborar vinos de características absolutamente distintas a los de su tradicional marca.

Las negociaciones con el Gobierno nacional por algunas de las medidas que se hablaron debajo del escenario el día del demorado desayuno de la COVIAR siguen activas pero lentas. El régimen de promoción para las exportaciones que anunció esta semana el Ejecutivo nacional puede ser interesante pero el nivel de piso de inversión para ingresar es muy alto para una industria que en su mayoría está integrada por inversores medianos.

Para cerrar, advertíamos de cierta molestia por el proceso de comunicación del INV de los números del despacho interno. Esta semana, se volvieron a escuchar algunas criticas en el mismo sentido con las estadísticas de exportación. La reflexión de varios actores de la industria es que los números son reales, pero utilizar solo algunos porcentajes altos y -como se dice en la jerga- operarlos mediáticamente no cayó muy bien. Transmite una imagen de la industria que no es real. La exportación de fraccionados (por más que haya crecido un 30 %) no es más que el 15 por ciento del total de la producción de la industria y esa es la parte que no se cuenta y que el gran público no sabe.