La necesidad de buscar acuerdos en un momento complicado

Por Marcelo López, especial para MendoVoz

El revoleo de misivas entre dos actores de las instituciones vitivinícolas como Susana Balbo y el vicepresidente de Bodegas de Argentina, Francisco Dopico, marcaron la semana y el mes vitivinícola.

La tensión llegó a su máximo punto, por lo menos por este año, pero los movimientos no terminan y el final está abierto para que todos hagan sus apuestas. Lo cierto es que la virulencia que alcanzó la disputa sorprendió a algunos y asustó a otros que o piden poner paños fríos y advierten que de esto no saldrá nada bueno o prefieren correrse o incluso aprovechar para profundizar su posición.

La idea que dio por desatado este nuevo capítulo de la batalla no ha quedado descartada y algunos actores aseguran que se está más cerca, que antes de las cartas, de la absorción de WofA por parte de Bodegas de Argentina. Habrá que ver cómo avanza el famoso poroteo en los próximos días para ver si la idea se concreta o simplemente termina en un intento sin prosperidad.

La realidad es que -más allá de cuál sea el final de esta batalla- la tensión de fondo sigue con el agravante que no aparecen mediadores, ni dentro del sector ni desde el Estado provincial o nacional. Como ya planteamos alguna vez no parece ser el momento de la industria para las disidencias sino más bien para intentar cerrar heridas, parece ser un plan difícil al ver hasta dónde se han profundizado las diferencias.

Mientras la tormenta sigue en ciernes y las especulaciones de la cosecha y stocks aparecen con fuerza, las bodegas están comenzando a informar a sus distribuidores de faltantes importantes de varias líneas de vinos que han tenido que discontinuarse por falta de botellas o por que se priorizaron las que había para otras etiquetas dentro de la misma bodega. Justo en el momento que escribíamos esa columna uno de los más importantes distribuidores de la provincia comunicaba a sus clientes la escasez de por lo menos una treintena de etiquetas.

A pesar de todo, también hay buenas noticias, el Consejo Federal de Inversiones (CFI) confirmó la disponibilidad de los fondos para el sector. De visita a Mendoza, el secretario general del CFI, Ignacio Lamothe, rubricó con miembros del directorio de la COVIAR convenios que posibilitarán la llegada de más recursos para la promoción del vino argentino y apoyo a la producción primaria.

Del acuerdo también forma parte una importante línea que permitirá extender a todas las regiones vitivinícolas de la Argentina el estudio de caracterización de zonas que ya se está llevando adelante con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Mendoza, San Juan y Salta.

Por otro lado, por pedido del sector (Fecovita, Bodegas de Argentina y Aproem), desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura se está gestionando junto al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, al de Producción, Matías Kulfas. y autoridades del Banco Nación una bonificación en el marco de la operatoria de financiamiento para la cosecha y acarreo de uva y elaboración de productos vitivinícolas 2022.

Ahora será momento de ver si el espíritu navideño se apodera del sector para lograr más acuerdos que desacuerdos. No será fácil pero, como todo, tampoco es imposible