Panorama Vitivinícola: Una industria donde sobresalen los contrastes

viernes, 11 de junio de 2021 · 08:01

Por Marcelo López, especial para MendoVoz

Una semana relativamente calma para el sector, sin demasiadas novedades, pero podemos centrarnos en dos informes conocidos en estos días que muestran los contrastes sobre los cuales trabajar.

Como se sabe los datos son poder y un trabajo del Observatorio Vitivinícola de la COVIAR sobre el potencial multiplicador de sus inversiones y la mejora de las exportaciones permite a la industria plantarse de otra manera en las negociaciones con el Estado nacional.

El reciente informe del Observatorio permite reforzar las fortalezas de la vitivinicultura dentro de las cadenas agroalimentarias y de esa manera pararse desde un lugar de fortaleza en los reclamos ante las autoridades nacionales.

Los datos que surgen son interesantísimos para desarrollar y estudiar las verdaderas potencialidades, no solo de exportación sino también como multiplicadora de beneficios, que tiene la industria para la Argentina.

El trabajo dirigido por Daniel Rada destaca que en las cadenas agroalimentarias que exportan en la Argentina la de la uva/vino es la principal en el efecto multiplicador y la que más dólares por hectárea cultivada genera.

Según los datos oficiales, al cierre de año pasado, de los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura y del INV, relevados meticulosamente por el Observatorio, puede observarse que una hectárea de viñedos genera más dólares por exportaciones y más empleo que cualquier otro producto agrícola en la Argentina, transformándose de un dato clave para medir el aporte real que tiene, y puede tener, en el futuro la vitivinicultura sobre las economías regionales del país.

Una hectárea cultivada con uva genera exportaciones promedio de U$S4.800, casi el doble de lo que exporta una hectárea de maní (U$S2.683) y 5,6 veces más de lo que la soja exporta por hectárea, que equivale a U$S857.

Según los datos relevados además de este aporte de divisas, como se sabe fundamental para la macroeconomía argentina, el complejo exportador de la uva (incluidas uvas en fresco y pasas, vino fraccionado y a granel y jugo concentrado o mosto) es un sector clave en la generación de empleos.

Cada 100 hectáreas cultivadas en producción, la vitivinicultura genera alrededor de 72 puestos de trabajo. Esto es diez veces más que los empleos que genera el maní (7 por cada 100 hectáreas en producción) y muy superior a la mano de obra que demandan los complejos exportadores de cebada, girasol, trigo, maíz y soja. Estos sectores emplean a entre 1 y 3 personas por cada 100 hectáreas cultivadas.

El trabajo del Observatorio también destaca la presencia del complejo vitivinícola en el mundo y su diversificación de mercados. Con sus productos exportables llega a 108 mercados del mundo. En tanto el complejo maicero llega a 66 países, mientras que el maní accede a 63 y la soja solo a 44 mercados.

Con el relevamiento de los datos los dirigentes de la COVIAR profundizaron el pedido ante el Ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas de eliminación de los cuatro puntos de retenciones que hoy se mantienen sobre la vitivinicultura.

Mientras se discute en los escritorios con números concretos, en el campo desde la Asociación de Viñateros de Mendoza denunciaron la preocupación de los productores por la reaparición con fuerza de la polilla de la vid, sobre todo porque ante la baja rentabilidad los productores no pudieron completar los tratamientos y reclaman la asistencia urgente de la Nación y la Provincia.

Los contrastes son fuertes y no hacen más que ratificar que la vitivinicultura necesita también una discusión profunda para mejorar y consolidar su modelo histórico que permita el arraigo y crecimiento de las economías regionales por sobre la concentración que apuesta a un modelo lejano a las concepciones sociodemográficas y culturales de nuestra industria madre.

Más de

Otras Noticias