Panorama Vitivinícola
Días complicados suman una denuncia impensada desde Estados Unidos
Por Marcelo López especial para MendoVoz
Quienes siguen este espacio semana a semana leyeron más de una vez los reclamos de prudencia a la hora de analizar los números del año pasado y de la supuesta buena estrella de la industria.
La semana que se está cerrando trajo a los actores de la vitivinicultura un baño de realidad que se dejó ver en caras de preocupación y de duda a la hora de analizar días realmente complicados.
El cierre casi total de la cosecha permitirá que en pocos días se conozca el primer aproximado a las cantidades definitivas de uva que entraron a las bodegas para la elaboración de los distintos productos. Los números finales serán muy cercanos al pronóstico del INV que marcará la cosecha más baja en muchísimo tiempo y quizás en la historia de las estadísticas. El dato, que quizás sea más preocupante, es que se empieza a mostrar una tendencia que las disminuciones no son por factores climáticos o excepcionales, sino que comienza a mostrarse la reducción de superficies. Un conocedor del tema fue claro al graficar la situación; “estamos entrando en una etapa que si querés uva o la pagás o la plantás”.
Los productores por otro lado cierran la temporada mostrándose conformes con los precios, pero preocupados por el proceso inflacionario y con márgenes de ganancia muy estrechos o empatados y por supuesto con la mira puesta en los costos que se avecinan en la temporada de trabajos culturales para mantener y preparar los viñedos para la próxima cosecha.
El informe de las exportaciones de marzo del INV tampoco trajo buenas noticias. La caída en general fue de casi 15 puntos (14.8) en tanto que el primer trimestre el acumulado de la caída ya supera los 16 puntos.
El dato significativo es que no solo se mantiene la caída de graneles sino que se consolida el descenso de las exportaciones de vinos fraccionados que acumulan poco más de 5 puntos en los primeros tres meses del año.
Para sumar a la problemática del comercio exterior la industria tomó nota de la denuncia de productores estadounidenses a la Secretaria de Comercio de ese país de operaciones de subsidios o dumping del mosto argentino.
La defensa de posibles subsidios desde el Estado al mosto es relativamente fácil ya que tal cosa no existe, pero la del dumping será más difícil porque es un secreto a voces que según como tomen los números las autoridades norteamericanas o de cómo encaren la investigación pueden aparecer operaciones de venta del producto por debajo del costo.
La complejidad de la situación local con diversos tipos de cambio a lo que se suman triangulaciones, operaciones de subfacturación, divisas que quedan afuera mediante autopréstamos de casas matrices y varios etcéteras. Claro que esto (como ya hemos explicado en otros espacios) no sucede solo en la vitivinicultura sino en prácticamente todos los productos exportables de la Argentina, pero en este caso toma trascendencia porque la denuncia cayó sobre el sector.
Se vienen días de nubarrones sobre el sector que habrá que seguir de cerca y pensar cómo se sale de un laberinto cada vez más complejo.