Opinión: Paciencia y espera, el denominador común de estos días

viernes, 5 de agosto de 2022 · 08:16

Por Marcelo López, especial para MendoVoz

El centro de atención de la economía y la industria vitivinícola pasó una semana más por la Ciudad de la Furia. La asunción de Sergio Massa abre expectativas y cierta esperanza no solo en la sociedad (como lo muestran los sondeos) sino también en las diversas actividades industriales y productivas. 

Sergio Massa

Si bien a la hora del cierre de esta columna no había precisiones, los sectores exportadores (obviamente la vitivinicultura también) estaban expectantes respecto a lo que expresó el nuevo ministro en una oración donde pareció dejar abierta la puerta para incentivos a las exportaciones como las que recibieron los sojeros en los últimos días.

La mayoría de los rumores indican que se extenderá a varios sectores exportadores las posibilidades de liquidar en una cuenta a la vista con actualización por el dólar oficial y la posibilidad de recomprar otra parte de la liquidación al dólar solidario.

Habrá que esperar algunas horas a ver si los rumores se transforman en realidad y a qué rubros exportadores alcanza.

Mientras, la cúpula dirigente de la actividad permanece en Buenos Aires atenta y negociando con las nuevas autoridades (entre las que se encuentra una dirigente que viene del sector, Gabriela Lizana) aquí se conocieron los números del mercado interno de junio y son realmente preocupantes.

La mendocina Gabriela Lizana

Los despachos de bodegas para el mercado interno cayeron un 14.7% y en los primeros seis meses del año apenas crecieron 0.4%.

La caída de junio es pareja en todo tipo de envases de botellas (solo crece un poquito las botellas hasta 70), lata, damajuana, tetrabrik, bag in box etc.

El panorama del mercado interno para el segundo semestre del año también aparece muy dependiente de la situación económica y del futuro de las medidas económicas. No solo de la recuperación de los salarios sino también de la recomposición de las reservas que permitirá normalizar las importaciones. Si bien por ahora las quejas son más tomar posiciones que reales no es menos cierto que si no se soluciona con cierta prontitud el tema las complicaciones se multiplicaran y podrán comenzar a afectar ciertamente a la industria.

La sensación es que en los próximos días, meses, las restricciones desaparecerán pero sí habrá férreos controles en la forma y valores de las operaciones tanto de importación como exportación, situación que no debería afectar al sector que se sabe tiene fama de prolijo y responsable.

Por ahora son más los interrogantes que las certezas y la espera y la paciencia que son virtudes de la industria hay que ponerlas en práctica más que nunca.