El Gobierno de Mendoza deberá indemnizar a la familia de Paula Toledo
La familia de la joven abusada y asesinada en San Rafael será indemnizada con $13 millones. El crimen sigue impune.
La Justicia condenó al Gobierno de Mendoza a pagarle 13 millones de pesos a la familia de Paula Toledo, la joven de 19 años que fue abusada y asesinada en 2003 en el departamento de San Rafael, cuyo crimen sigue impune.
Los familiares de Toledo habían demandado al Estado provincial por "las malas actuaciones" de la policía y de la justicia que derivaron en "anulaciones del juicio" y "dilaciones de la causa".
El Tribunal de Gestión Judicial Asociada 1 de la Segunda Circunscripción condenó al Gobierno a pagarle a la madre de la joven $6.600.000 y a sus dos hermanos convivientes $3.300.000 para cada uno.
En el fallo se sostuvo que "entre los diversos hechos que han demorado en resolver quienes fueron los autores del delito de violación y posterior muerte de Paula Toledo se pueden mencionar como sostiene la actora, la entrega de ropa de Paula, las deficiencias de la labor del Cuerpo Médico Forense, las de las medidas adoptadas por la policía, que debieron haber sido dirigidas por las instrucciones del Poder Judicial".
En febrero de 2021 fue condenado Marcos Graín Osorio (36) a 11 años de prisión porque fue hallado partícipe necesario del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de 2 o más personas pero no del asesinato. Esto quiere decir que Graín entregó a Paula Toledo a las personas que la terminaron violando.
Leer también: Caso Toledo: condenan a 11 años de cárcel a Marcos Graín
Se trató del tercer juicio por la muerte de Paula Toledo, asesinada el 31 de octubre de 2003. “Poli” como llamaban a la joven, mantenía una relación informal con Graín Osorio, quien la fue a buscar a su casa para salir a pasear por San Rafael la última noche que fue vista con vida.
Leer también: Nuevo juicio por abuso sexual y crimen ocurridos en 2003
De acuerdo a los dichos de testigos, ambos fueron hasta una casa abandonada, donde un grupo de jóvenes de ese mismo barrio y conocidos de ambos se reunía habitualmente a beber y a fumar.
El cuerpo de Toledo fue hallado luego con signos de abuso sexual, marcas de quemaduras de cigarrillos y golpeado en un descampado del barrio Sosneado, en San Rafael.
