Tadeo García Zalazar: “Es una traba la falta de autonomía para los municipios”

Dentro de la ronda de charlas que MendoVoz mantiene con los intendentes, hoy le toca a quien comanda Godoy Cruz.
viernes, 8 de febrero de 2019 · 07:00

Por Julieta Gulino y Walter Gazzo

 

Tadeo García Zalazar tiene un despacho cómodo, ordenado, con un mate a mano y una computadora con una gran pantalla para ver (y mostrar) sus proyectos. Su escritorio está lleno de proyectos y está al tanto de las obras que están en ejecución.

Así, una tarde recibió a MendoVoz e hizo una especie de balance con lo cumplido y lo que debe cuando está entrando a su último año de gestión.

 

-¿Cómo han sido estos tres años al frente de Godoy Cruz?

-Creo que el balance es positivo porque nos planteamos una serie de objetivos y hemos cumplido la mayoría de ellos. Los objetivos salieron de una plataforma participativa que hicimos en el 2015 junto a funcionarios, vecinos, técnicos, uniones vecinales, centros de jubilados y más. Nos juntamos en la Bodega Escorihuela unas 450 personas y ahí se delineó el plan de trabajo para los cuatro años de gobierno que se venían.

Este se divide en etapas -o ejes de trabajo- con objetivos grandes. Uno, tiene que ver con el gobierno transparente; otro, con innovación y desarrollo; otro, con obras vecinales y movilidad urbana; y finalmente, desarrollo humano y ambiente. Esos fueron los ejes elegidos. A partir de eso, fuimos poniendo metas y objetivos en cada uno de ellos y la verdad es que en estos tres años ya tenemos muchos cumplidos y pretendemos terminar -en lo que queda de este año- lo que nos queda de algunos a los que no hemos podido concluir. Desde este punto de vista, nuestra primera conclusión es que hemos podido cumplir con muchas de esas metas a pesar de los vaivenes de la economía porque, como siempre pasa, cuando uno planifica un escenario sabe que habrá imponderables que pueden variarlo. Pero a pesar de todo eso hemos cumplido. Por ese lado estoy contento.

 

-¿Cómo es gobernar en crisis?

-Principalmente hay que poner mucha innovación para trabajar en los objetivos. El gasto público de la Argentina se compone de un 70% del gasto federal nacional, un 23 % o 24% de las provincias y el resto de los municipios. Entonces esto significa que no es un volumen de gasto significativo. Por lo tanto, la primera conclusión es que los municipios estamos acostumbrados a administrar pocos recursos y a tener mucha demanda. De alguna manera, el ejercicio de contexto en crisis no es algo novedoso para los municipios porque siempre escasean los recursos. Pero además, en esta crisis que ha vivido en Argentina en los últimos tiempos, se han complicado los planes y algunas obras que teníamos pensadas hacer en 6 meses han demorado 2 años. También los insumos han cambiado. Hemos avanzado mucho con energías limpias y nos gustaría estar más avanzados pero la devaluación del peso llevó los insumos y los paneles solares a un precio muy caro que nos obligó a hacer otro tipo de estrategias.  Entonces, como municipio, empezamos a hacer otro tipo de estrategias para ver cómo nos podíamos hacer de recursos no tradicionales. Este es el caso específico de la energía: la estamos produciendo. Y  otro ejemplo es el alumbrado público porque cuando cambiamos a led logramos un ahorro energético muy importante dentro de la boleta de la luz y eso nos permite reconvertirlo en otras obras.

 

-¿Es significativo ese ahorro?

-Baja entre un 30% y un 60% dependiendo de la potencia de luminarias y la ubicación, pero sí es muy importante el ahorro.

 

-¿Cómo les ha ido en el tema recaudación?

-Bastante bien. Siempre tenemos una recaudación elevada; estamos habitualmente arriba del 70% y el año pasado, a pesar de la crisis, cerramos en el 69,5%. La expectativa para este año es saber cómo se comportarán esos indicadores porque dependerá mucho de eso para lo que podamos hacer.

 

-¿Cree que el vecino está educado para tributar?

-Creo que el vecino cuando ve obras paga sus impuestos. El servicio municipal no se puede cortar; nosotros no podemos dejar de limpiar las acequias o de recolectar la basura porque debemos prestar ese servicio. Cuando hay que ajustar en una familia, muchas veces lo primero que se deja de pagar son las tasas municipales porque saben que no tienen corte; pero, la verdad es que el vecino de Godoy Cruz responde muy bien. Es cierto que nosotros hemos trabajado mucho en acercar al vecino la propuesta en el medio de la mala situación económica y también hay excepciones municipales, hay tarifas especiales. Tenemos equipos de trabajo en los barrios para que los vecinos que tiene una situación de ingreso mínimo puedan acceder a una tarifa social. Pero es parte de la compleja situación que tenemos.

 

-¿Cómo lo trata el vecino cuando se lo encuentra en la calle?

-El trato es muy bueno, reconoce que el municipio está haciendo esfuerzos para prestar los servicios. Lo que sí es cierto es que nos hace reclamos por cosas que -básicamente- no son municipales. Ahí tratamos de llevar algún tipo de acompañamiento.

 

-Seguridad, por ejemplo.

-Ha bajado mucho el reclamo de seguridad en Godoy Cruz. Lo que hay es mucho pedido de empleo y por eso nosotros trabajamos con una agencia de empleo y una escuela de oficios para la inserción laboral de los jóvenes. Está bastante bueno el trabajo que hacemos ahí porque hay un alto porcentaje de inserción laboral; también trabajamos en la formación del primer empleo, de pasantías en empresas de Godoy Cruz y con dos o tres programas nacionales de microemprendimientos.

Tratamos de llevar adelante acciones que ayuden a revertir la situación de recesión y también nos juntamos a trabajar en temas que no son tradicionales. Desde hace un tiempo estamos apostando mucho al desarrollo del sector tecnológico, con el parque TIC en donde participamos el Gobierno provincial, el municipal, la UNCuyo y el sector privado y la verdad que anda muy bien. Hay 13 empresas que ya están trabajando, cinco que están construyendo sus sedes y otras que están analizando cómo sumarse.

 

-¿Cómo nació este proyecto?

-Es un proyecto mixto que lo empezamos nosotros. Yo era secretario de Gobierno del Municipio, hace 8 años, y empezamos a trabajar junto Alfredo Cornejo (por entonces intendente) este polo. Después tuvo distintos vaivenes, pero ahora se le ha puesto mucho énfasis. Cuando Alfredo llegó a la gobernación, el edificio del parque tecnológico estaba paralizado, las empresas no habían construido sus sedes y rápidamente, en dos años, al ver que había decisión e inversión la mayoría de las empresas se instalaron. El Gobierno terminó el edificio; nosotros, como departamento, aportamos con infraestructura para la zona y la gente de Infinito por Descubrir -que es un parque tecnológico muy lindo que maneja la Dirección General de Escuelas- terminó de armar un complejo interesante. Creo que es ahí adonde hay que apostar. Nuestras metas con ese parque tecnológico son dos: que genere empleo joven y que dé solución a problemas públicos. Ahí estamos trabajando los radares que miden la velocidad en las calles; y están trabajando en estaciones de préstamo automático de bicis. Estamos poniendo a pleno ese lugar y tratamos que las empresas que están ahí hagan un aporte para mejorar el servicio público. De a poco se va logrando. Ese es el único sector de la economía argentina que en los últimos años ha crecido.

 

-¿Cuáles han sido sus mayores impedimentos a la hora de llevar adelante acciones en el municipio?

-Diría que es una traba para el desarrollo local la falta de autonomía para los municipios. En 1994 se reformó la Constitución Nacional y mandaba que las provincias tenían que reformar sus constituciones para tener plena autonomía, tener sus propios órganos de control y su propia jurisdicción en materia de generación de impuestos. De 23 provincias solo dos no han reformado su Constitución y una de ellas es Mendoza. Tenemos un esquema donde la autonomía de los municipios es muy acotada y eso nos ha implicado tener que desarrollar muchas más normativas o acciones con financiamiento que no podemos acceder directamente. Por ejemplo, la semana pasada presentamos los tribunales administrativos de faltas. Si hubiésemos tenido la autonomía municipal declarada desde hace muchos años esto se hubiese hecho hace 10 años atrás, pero al no existir tuvimos que recorrer un largo camino de modificación de leyes provinciales, de modificación de balances municipales, destrabar el marco legal para poder modificarlos hasta llegar a esto que nos permitirá mejorar el orden de la ciudad y mejorar la recaudación. Porque ahora será el Municipio el que determine cuánto será el valor de la sentencia de tránsito o de contaminación ambiental o de comercio. Cuesta mucho poner en marcha algunas cosas por este impedimento. Ahora nos vamos a sumar a la Ley de tránsito provincial y acá tenés ejemplos concretos de posibilidades acotadas que nos cuesta mucho destrabar porque no hay una adecuación de la Constitución.

Estamos frente a un sistema rígido. Pero la práctica demuestra que no tenía que ser así.

 

-¿Podrá realizar todos los proyectos que pensó hacer?

-Hasta ahora vamos a llevar todos a cabo, pero me hubiese gustado que algunos tuviesen un grado mayoritario de avances, como por ejemplo la Bodega Arizu. Recién este año vamos a estar empezando con algunas obras porque tuvimos que hacer un camino muy largo con la Comisión Nacional de Museos, con la gente de Cencosud (con los que nos tuvimos que poner de acuerdo a recurrir a una ley de expropiación que nos demoró pero ya tenemos la titularidad del inmueble). Y nos dieron la posesión. Ahora, están los arquitectos trabajando en el masterplan y la UTN está trabajando en el análisis de estructuras, para ver qué se puede preservar y qué tiene riesgo de caída. Desde esos puntos dependerá el grado de inversión que podamos conseguir. Con el masterplan estamos desarrollando un polo de industrias creativas; un sector de cultura público, con auditorio, cine, teatro y lugares de esparcimiento; un sector gastronómico; otro para las bodegas, como museo del vino; un sector turístico y otro de hotelería y oficinas. Son 4 hectáreas y hay que meterle mucha obra. Eso me hubiese gustado que tuviese más avance pero recién ahora vamos a poder empezar a llevar a cabo.

 

-¿Cómo es el proyecto del Metrobús?

-Tiene que ver con toda la renovación que se le quiere dar al sistema MendoTran. Es claro que para que funcione tiene que tener un sistema troncalizado y hay que mejorar la velocidad comercial, que es lo que pasa en todas las ciudades más o menos importantes de América Latina. Lo hace Medellín, Curitiba, Río de Janeiro, Buenos Aires y Rosario; Córdoba va a empezar a hacerlo. Es una tendencia de tener carriles exclusivos con paradas más espaciadas pero más cómodas y que haya otros servicios en esas paradas. La idea es que cuando el sistema funcione bien, que las paradas sean predictivas, que se sepa cuánto falta para el próximo colectivo y a dónde te puede llevar. También la idea es que en esas paradas haya lugares para cargar las tarjetas y otras series de servicios. Ahora estamos armando esta experiencia por la calle San Martín en el tramo hasta Tiburcio Benegas y de ahí doblamos por el este hasta el Puente Olive. Y la segunda etapa, la haremos de Tiburcio Benegas a Estación Benegas porque la idea es que allí exista un centro de transferencia así como lo es el Puente Olive: los micros que llegan hasta ahí y de ahí van hasta Luján.

La idea es que haya una estación de carga de buses eléctricos y que también sea un centro de transferencias. Estamos trabajando para que la gente estacione su auto o en bicicleta (porque habrá un préstamo gratuito de bicicletas). Lo ideal es que el usuario llegue en el auto hasta ahí y salga al centro en transporte púbico. Ahora, también, lo vamos a hacer en la Plaza Mitre que está a los costados de la cancha Godoy Cruz. Entre abril o mayo empezamos la obra y vamos a trabajarlo gracias a que el Gobierno nacional nos dio ese espacio, que estaba en desuso.

 

-¿Cómo le ha ido con el gobierno provincial en todo este tiempo?

-Bien, aunque siempre hubiésemos querido hacer más cosas. Pero comparado con lo de antes, nos ha ido muy bien. Cuando Alfredo Cornejo era intendente prácticamente no había trato con el Gobierno provincial ni ninguna conexión. Nosotros conectamos muchos servicios entre el municipio y la provincia, por ejemplo salud, educación, seguridad (trabaja mucho el sistema de alarma comunitaria) y en vivienda. En este último coordinamos con el IPV el sistema Mendoza Construye y para lo que es viviendas para los sectores más carenciados tenemos un plan que es Godoy Cruz sin villas que está funcionando bien, pero está más lento de lo que preveíamos. En el 2000 había 23 asentamientos y hoy nos quedan solo cinco; y de esos cinco tenemos uno relocalizado para antes de fin de año y ya tenemos los terrenos para las erradicaciones de tres asentamientos más.

 

-¿Va por la reelección?

-Sí, estamos trabajando para eso. Queremos cerrar la mayor cantidad de proyectos que podamos este año para que el vecino pueda evaluar y decida si seguimos. Pero sí voy a presentarme a la reelección.

 

Presupuesto participativo

-Con el tema del presupuesto participativo ¿cómo se ha comportado el vecino?

-Ha mejorado mucho la participación. Teníamos un sistema de presupuesto participativo con una ordenanza que lo que marcaba era asambleas distritales. Hace 3 años lo abrimos y cambiamos 11 criterios, que no sea por una asamblea distrital si no por una votación, y una plataforma. La que usamos es la misma que usa el municipio de Madrid, que es abierta y la puede usar cualquier municipio (y en Argentina somos varios lo que estamos usando). Ahora, hay una etapa de presentación de proyectos y allí analizan si son viables económicamente y la gente vota los proyectos. El año pasado, unos 4.000 vecinos votaron. Lo que hacemos es difundir el sistema y llevarlo a donde hay gente porque los sistemas tradicionales de participación -como los centros de jubilados, las uniones vecinales, los clubes- también están sufriendo una crisis de participación y de representación. Entonces lo que hacemos es llevar ese presupuesto participativo a esos lugares.

Hay cosas bastante significativas. La obra más votada del año pasado fue techar la cancha del club Villa Hipódromo, que tuvo 2.600 votos y es algo bastante interesante para analizar porque la forma de votación es muy compleja -para brindar una seguridad-no es solo poner un click.

Fuimos buscándole esa vuelta para que participaran muchos jóvenes y llevándolo a lugares donde pensábamos que se necesitaba la participación, porque no era muy tradicional esa forma de trabajo. Estas asambleas se han agrandado y han mejorado aunque tenemos que seguir mejorando. Hay muchos microproyectos pero no todos piensan en la ciudad. Cuesta que la gente presente proyectos inter barriales o que tengan en cuenta a varias zonas de la ciudad. Pero por ahora funciona así y lo vamos llevando.

 

Los vecinos

-¿Qué más piden los vecinos?

-Más ciclovías como las de Sarmiento o de Cervantes. También hay muchos pedidos de canchas barriales, para pequeños clubes.

 

-¿Hay posibilidades de ciclovías en estas dos calles que nombra?

-Sí, estamos estudiando y está muy avanzado el proyecto de ir sobre el canal como hicimos con el Jarillal -en el barrio Trapiche y Fuchs-. Esa ciclovía nos dio buena experiencia de tapar el canal y se gana un espacio importante. En el caso de Cervantes -que está más avanzada- lo estamos solucionando y en Sarmiento estamos viendo cómo proyectar esa ciclovía. Hay que mejorar mucho la calle Sarmiento, hay que hacer dársenas y hay varias cosas más que terminar.

Por ahora, tenemos un financiamiento del BID para hacer ciclovías interdepartamentales y ahí está prevista hacer una con Maipú y otra con Luján.

 

Financiación de proyectos

-Volviendo al tema de presupuesto participativo hay otro fondo que es muy bueno qué se llama fondos concursables y es para que los vecinos presenten proyectos con un monto tope de $40.000 o $50.000 por proyecto.

-Es de gran convocatoria, por año tenemos entre 70 y 80 proyectos porque ahí los vecinos pueden usar ese dinero con una entidad intermedia y generalmente presentan proyectos de inclusión social como orquestas infantiles que tenemos en el oeste que necesitan comprar instrumentos y pagarle a los profesores, hay ballets, talleres de distintos oficios, talleres de arte, de muralismo. Y anda muy bien, son proyectos que se financian y que nos sorprenden porque hay ideas nuevas y presentaciones muy buenas.

 

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