¿Por qué el cielo mendocino ya no está tan limpio?

Desde hace dos días que el humo de los incendios de Australia está surcando -a gran altura- nuestro espacio. Acá te explicamos porqué el cielo se ve así.
miércoles, 8 de enero de 2020 · 17:03

El Servicio Meteorológico Nacional informó el lunes que el humo que se está produciendo por los terribles incendios que está afectando a gran parte de Australia ya había llegado a la Argentina, pasando por Chile, porque se desplazan de oeste a este.

Desde luego que eso impactó de lleno en Mendoza y desde ese momento el cielo se ve distinto.

El mismo Servicio Meteorológico Nacional se encargó de explicarlo:

“El humo de los incendios de Australia llegó nuevamente a Argentina. Es transportado por los sistemas frontales que se desplazan de oeste hacia el este. ¿Qué consecuencia puede tener? Ninguna muy relevante, solo un atardecer y un sol un poco más rojizo. ¿Por qué?

Tiene que ver con la luz del sol, que en realidad es blanca, y con lo que le pasa en la atmósfera. El color blanco de la luz está compuesto por la mezcla de todos los colores del espectro visible. Estos colores son los que se ven cuando descomponemos la luz con un prisma.

La dispersión de Rayleigh, descubierta por John Srtutt (3° Barón de Rayleigh), es la dispersión de la luz visible (o cualquier radiación electromagnética) por partículas que son mucho más pequeñas que la longitud de onda de los fotones dispersados.

La radiación electromagnética se emite en forma de ondas, y las hay de todas las longitudes posibles. Pero existe un grupo de estas ondas que pertenecen a la luz visible. El violeta tiene la longitud de onda más corta y el rojo la más larga. En el medio están los otros colores.

Cuando la luz blanca ingresa a la atmósfera, encuentra partículas en el aire que absorben algunas de esas ondas y luego emiten otras en todas direcciones. Las ondas que absorben o emiten están relacionadas con el tamaño de las partículas que la luz intercepta en su viaje.

Los aerosoles y partículas generadas en los incendios, son bastante grandes y dispersan mucho mejor las ondas que corresponden a los colores naranjas y rojos.  Es decir, que son esos colores los que llegan a nuestros ojos, y por ese motivo, el cielo se vuelve mas rojizo.

El mismo principio hace que el cielo sea azul. Las moléculas de nitrógeno y oxígeno del aire son muy pequeñas en comparación a la longitud de onda de la luz del Sol (mil veces más pequeñas), así que dispersan las longitudes de onda más cortas (azul y al violeta).

Pero gracias a que nuestros ojos son más sensibles a las longitudes de onda ubicadas en el medio del espectro (hacia el verde) predomina el color azul y no el violeta.

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