Mendocino con coronavirus en Francia: "Rogaba que no me pasara nada"

Nahuel Ríos es estudiante de medicina de la UNCuyo y contó en primera persona cómo vive estos días lejos de Mendoza.
sábado, 21 de marzo de 2020 · 08:09

En Europa, la pandemia se cobra la vida de cientos de personas por día. Es en Italia y España donde la situación es aún más compleja respecto de otros países. Pero nos detendremos en Francia, porque es allí donde surgió el primer caso positivo de coronavirus de un mendocino, o al menos el que hasta el momento trascendió. 

Nahuel Ríos es un joven estudiante de medicina de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), quien arribó el 28 de diciembre al país europeo para cursar -durante un semestre- algunas materias de quinto año de su carrera. Pero, además de estudiar, el mendocino trabaja tres veces por semana como enfermero en un hospital de Lyon para poder subsistir. Y fue precisamente atendiendo a un paciente que contrajo la enfermedad. 

Como parte de la rutina, en el nosocomio le habían asignado un pasillo con pacientes a él y otro a un amigo. Y, por ayudarlo para terminar más rápido la tarea, atendió a un hombre mayor que tenía el virus pero hasta ese momento nadie lo sabía. Es que el paciente no tenía la etiqueta de “caso sospechoso” en su carpeta médica y por eso el enfermero no tomó las medidas de prevención al momento asistirlo. 

“Como terminé antes con mis pacientes, fui a darle una mano a mi amigo para que pudiéramos salir rápido a almorzar. Atendí a un paciente, le dí los medicamentos, la comida, y ahí finalizó mi jornada. Al otro día nos avisaron que el hombre era un caso positivo de coronavirus, nos advirtieron que pasábamos a ser un ‘caso contacto de un positivo’ y que teníamos que tener las precauciones de usar todo el día la máscara. Además que ante el menor síntoma, debíamos llamar a emergencias”, relató Nahuel a MendoVoz. Sobre el paciente aseguró que se trataba de una persona de más de 80 años. 

 

El proceso de la enfermedad

Nahuel contó que desde el momento que tuvo conocimiento de que había atendido a un paciente con coronavirus, empezó a usar barbijo y a estar atento a los posibles síntomas de la enfermedad que pudiera sentir. “Ahí ya cambió todo porque tenía que seguir cursando y yendo a trabajar. Me cambió el día a día porque no es fácil ponerse una máscara. Ahora sí, porque todos la usan, pero hace un poco más de dos semanas nadie la usaba y era feo tomarse el metro y caminar por la calle. Me costaba usarla, lo hacía, pero la gente te aparta rápidamente, ligado a que soy extranjero”, explicó el estudiante de medicina de la UNCuyo.

En cuanto a los síntomas, comentó que comenzaron con dolor de garganta y muscular. “Suelo ser bastante positivo, no me asusté. Pero, cuando me empezó a doler mucho el cuerpo, rogaba que no me pasara nada”, dijo acerca de cómo tomó la noticia.  

El futuro médico explicó que al cuarto día de haber estado en contacto con el enfermo presentó los síntomas. “La media estándar es que entre el séptimo y el décimo día se agravan los síntomas. Estuve asustado por eso, pero por suerte no pasó y me siento mejor”, indicó. 

El mendocino no fue hospitalizado, solo estuvo en el centro asistencial para realizarse los análisis y chequeos pertinentes, y luego lo mandaron a hacer reposo y aislamiento obligatorio. 

Nahuel vive con su novia francesa y agradeció vivir en una casa con varias habitaciones, porque él pudo aislarse solo durante todos estos días para no contagiar a su pareja. Y así tendrá que permanecer hasta el 26 de marzo. 

 

Lejos de su tierra natal

A pesar de estar lejos de su hogar, el mendocino rescató que a lo ayudó ser positiva y que su familia le brindara tranquilidad a través del humor, . “Al principio hicieron chistes, que siempre sobran en mi familia. Me jodían con que que ellos me habían enviado sano y que querían de vuelta uno sano. Pero, siempre estuvieron atentos preguntando todo”. 

Además, Nahuel se dirigió a los mendocinos y pidió responsabilidad de parte de los ciudadanos. “Por favor quédense en sus casas. Hay gente que está viendo a su familia morir: padres que entierran a sus hijos en Italia y hay hijos que han enterrado a sus padres. No es joda. No se juega con la salud. No es fácil quedarnos dos semanas en nuestras casas, pero nunca ha sido fácil salvarle la vida a una persona”, dijo. 

Y para finalizar, les habló a sus colegas mendocinos: “Todo es  difícil, sabiendo cómo está la situación en Mendoza. Espero que no tengan miedo y que puedan afrontarlo como ya lo hacen diariamente con otras enfermedades”.