Renunció la jueza Lizan, acorralada por las polémicas

Este miércoles, la jueza de Familia, María Elisabeth Lizán, presentó su renuncia al gobernador Rodolfo Suárez. La magistrada trabaja en el Juzgado de Familia N°12, ubicado en el departamento de Las Heras.

Lizan había sido denunciada por el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dalmiro Garay, por permitir que sus empleados utilizaran su firma digital en causas que estaban bajo su responsabilidad. Su renuncia llega antes de que se inicie una investigación al respecto, lo que podría desembocar en su destitución y la pérdida de los beneficios jubilatorios por su cargo.

"Por la presente vengo a elevar la renuncia definitiva al cargo que ostento a partir del 1 de julio de 2022, en razón de encontrarme impedida física como psíquicamente para seguir desempeñando el cargo", resalta la jueza en su carta de renuncia justificando la decisión tomada.

Dalmiro Garay había pedido que se la sometiera a un Jury de Enjuiciamiento, algo que por ahora estará en suspenso hasta que el Gobernador decida si le acepta la renuncia a Lizan o no. En caso de no aceptársela, el Jury avanzará y culminará en la posible destitución de la jueza en caso de encontrarla culpable de los actos que le acusan.

Lizan había sido suspendida entre 2012 y 2016 cuando se desempeñaba  en el Juzgado de Familia de Tunuyán. En aquella oportunidad, junto a otra magistrada, había quedado envuelta en denuncias y una investigación por adopciones ilegales en el Valle de Uco.

El Jury en ese entonces fue archivado y la jueza denunció al Estado mendocino por “daños y perjuicios” durante los meses que estuvo suspendida. Lizan reclamó una indemnización de cinco millones de pesos pero no tuvo resolución favorable porque la justicia entendió que el proceder del Jury se hizo de forma legítima.

Ahora, el gobernador Rodolfo Suarez tiene en sus manos la decisión sobre la renuncia de la jueza, lo que dará curso o no a una investigación sobre lo denunciado.