Mario Vadillo denunció un sistema de sobreprecios y coimas en el PAMI
El presidente del Partido Verde cuestionó la operatoria del organismo nacional y pidió devolver su control a los jubilados.El candidato a diputado nacional por el Frente Verde, Mario Vadillo, denunció que el PAMI se transformó en “un botín político” y que -actualmente- funciona bajo un esquema de compras con presuntos sobreprecios y sospechas de coimas en la provisión de lentes intraoculares.
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“Un afiliado me contó que su oftalmólogo no podía colocarle el lente más conveniente porque el PAMI imponía otro, elegido desde arriba. Cuando pregunté si el lente lo pagaba íntegramente el PAMI, la respuesta fue sí. Ahí entendí que el problema no es solo la prestación, sino un sistema armado para manejar las compras con sobreprecios”, explicó Vadillo.
Sobreprecios millonarios
El dirigente detalló que numerosos oftalmólogos denunciaron públicamente que los lentes pasaron de costar entre $35.000 en el mercado a entre $150.000 y $230.000 en el PAMI, e incluso hasta $300.000 en algunos casos.
“La licitación pública 12/25, por más de 80 mil millones de pesos, destapó una operatoria millonaria. Implantec, por ejemplo, vendió un lente en $24.800 y el PAMI lo pagó a $162.166. Visión Médica cotizó un lente a $28.249 y el PAMI desembolsó $279.704. No se trata de mejorar la calidad, se trata de un circuito de sobreprecios que hace rehenes a los jubilados”, denunció.
Desobediencia judicial en Mendoza
Vadillo recordó que en Mendoza el organismo “ya incumplió una medida cautelar del Juzgado Federal Nº1, que le ordenaba entregar medicamentos y pañales gratuitos a afiliados vulnerables. No solo no cumplió, sino que acumuló una multa superior a 50 millones de pesos y enfrenta una denuncia penal por desobediencia judicial”.
“Si el PAMI se permite desobedecer a la Justicia, ¿qué garantías tienen los jubilados frente a un sistema de compras plagado de irregularidades?”, cuestionó.
Un organismo para los jubilados
El candidato sostuvo que es hora de que el PAMI vuelva a ser conducido por sus verdaderos dueños. “Cada peso que se roba en sobreprecios es un peso menos para medicamentos, pañales o tratamientos. El PAMI debería ser la casa de los jubilados, no la caja chica de la política”, expresó.
Y concluyó: “La salida es clara: el Congreso debe intervenir para devolver la autarquía real al PAMI y garantizar que sea administrado por sus afiliados. Solo así se podrá cortar de raíz la lógica de la corrupción y recuperar un organismo que debería existir para cuidar a quienes más lo necesitan”.