Pérez y Boquete, del 3x3 al 5x5
Las mendocinas saltarán a la cancha en el novedoso formato que será olímpico a partir de Tokio 2020.
La lista oficial de la delegación argentina para los Juegos Panamericanos de Lima tiene 778 integrantes, pero en realidad son 774. ¿Cuál es la razón? Hay cuatro elegidas que se presentarán en dos disciplinas: Natacha Pérez, Victoria Llorente, Andrea Boquete y Melisa Gretter serán protagonistas del básquet femenino en 3x3 y 5x5, las dos modalidades que se desarrollarán en el Coliseo Eduardo Dibós.
Más allá de la curiosidad en la nómina publicada por el Comité Olímpico Argentino, las jugadoras albicelestes vivieron una previa especial para afrontar dicho desafío, con Juan Manuel Gatti como entrenador en la modalidad reducida -del 27 al 29 de julio- y Leonardo Costa al mando en el plano tradicional -6 al 10 de agosto-, con una semana en el medio para reconvertir las ideas.
"Son dos cosas muy distintas. Uno piensa que es todo básquet y da lo mismo, pero cambia bastante. El 3x3 es más físico, más rápido, con poco tiempo para pensar y sin margen de error", cuenta Llorente, ala-pívot de 23 años y con protagonismo en el Gernika KESB de la liga española, que además aclara: "La preparación la hicimos en conjunto los dos equipos porque la manera de jugar y los conceptos se parecen".
Pérez, figura de Berazategui y MVP en la final ante Quimsa para la consagración en la Liga Argentina Femenina, coincide en que las dos caras de su deporte "son totalmente diferentes", pero resalta la importancia de la experiencia previa. "Por suerte la mayoría ya jugamos en el 3x3 y sabemos de que se trata. La idea es repetir lo del 5x5 pero más comprimido", agrega la alero de 28 años.
Estados Unidos, República Dominicana, Uruguay, Brasil y Venezuela serán los contrincantes en el 3x3, olímpico a partir de Tokio 2020, mientras que las norteamericanas, Colombia e Islas Vírgenes aparecen en la zona para Las Gigantes en el 5x5. Sin la presión de ser candidatas, "las figuritas repetidas" y sus compañeras intentarán seguir por la senda del crecimiento del básquet femenino argentino, que con un plan organizado de captación de talentos y el trabajo fundamental desde las bases hace fuerza para pegar el estirón.
