En Boca esperan la decisión de la justicia por la denuncia contra Villa

El futbolista reconoció en declaraciones anteriores "haber sido una persona violenta, con un pasado muy duro", al tiempo que afirmaba que desde que se convirtió a una religión pentescostal "había cambiado".
miércoles, 29 de abril de 2020 · 13:02

Los dirigentes de Boca Juniors, que transitan entre la bronca y la preocupación tras la denuncia penal por violencia de género contra Sebastián Villa, optaron por no hablar en forma pública y solo hacerlo a través de comunicados oficiales, mientras esperan a que actúe la justicia para ver qué determinación toman con el jugador.

Alguien que conoce muy bien al presidente Jorge Amor Ameal dijo hoy a Télam que el dirigente estaba golpeado anímicamente "al ver a Boca en las secciones policiales y no en las deportivas".

Ameal se muestra enojado por lo que podría haber echo el jugador y también porque la nueva dirigencia realiza "un gran esfuerzo" desde que asumió, a fines de diciembre pasado, para cambiar la imagen del club que ahora se ve afectada.

El delantero colombiano fue denunciado ayer en forma penal por su ex pareja Daniela Cortez, quien dijo que recibió agresiones físicas y psicológicas, con el asesoramiento letrado del abogado Fernando Burlando.

Horas después, el jugador le respondió con otra demanda por extorsión, según la estrategia desplegada por Hipólito Pino, su abogado defensor, quien está vinculado a su representante Norman Cappuozzo, fundador de la Agencia Go Pro Sport Management.

A la espera de los acontecimientos y de lo que resuelva la justicia, la Secretaría de fútbol "xeneize", encabezada por Juan Román Riquelme -vicepresidente segundo del club- evalúa lo que considera el primer conflicto serio de su gestión, en la cual Boca ya festejó la obtención de la Superliga, con un brillante tramo final bajo la dirección técnica de Miguel Russo.

La idea por ahora es esperar que la justicia aclare todo para tomar una determinación, pero Ameal y Riquelme saben que la decisión que tomen puede ser también un mensaje para toda la sociedad.

La espera de la acción de la justicia está centrada en el pedido que hoy realizó Burlando, quien solicitó la detención de Villa, a quien calificó como "un cobarde y una rata", con una artillería verbal inusual en abogados denunciantes.

Muchos piensan que más allá de los tiempos de la justicia, el futuro en Boca del delantero colombiano va a estar muy complicado y que lo que más duele -especialmente a los integrantes de la secretaría de fútbol- es que después del título de campeón de la Superliga, más allá de una discusión por el pago de los salarios del plantel, todo estaba muy tranquilo. Y que este episodio movió las aguas y puede dejar huellas en el fútbol del club de cara al futuro.

Muchos dirigentes, agregaron allegados al club de la Ribera, están arrepentidos de no haber establecido aún un protocolo por violencia de genero a través de Departamento de Inclusión e Igualdad, ya que ese tema fue una de las prioridades en la campaña electoral que llevó al triunfo a Ameal de la mano de la gran popularidad de Riquelme.

Mientras, el plantel leyó en silencio el whatsaap escrito ayer por Villa, en el que les pidió disculpas a sus compañeros y se declaró inocente.

El futbolista reconoció en declaraciones anteriores "haber sido una persona violenta, con un pasado muy duro", al tiempo que afirmaba que desde que se convirtió a una religión pentescostal "había cambiado".

Sebastian Villa llegó a Boca desde el Deportivo Tolima en junio de 2018 por una suma 3.700.000 dólares por el 70 por ciento de su pase, tiene contrato hasta junio del 2021 y su cláusula de rescisión esta evaluada en 30 millones de dólares.