Una cueca con historia: Los 60 Granaderos

El periodista Serafín García Saez detalla la historia de una de las canciones emblemáticas de nuestro folclore.
viernes, 18 de agosto de 2017 · 08:00

El 1950 marcó a fuego a los sanmartinianos. Pueblo, gobierno, instituciones, historiadores, músicos desplegaron ingentes esfuerzos para conmemorar el centenario de la muerte del General José de San Martín. Mendoza fue sede del Congreso Nacional de Historia del Libertador y como cierre se ofreció El Canto de San Martín, también conocida como la Cantata Sanmartiniana creada por el belga Julio Perceval con textos del poeta y dramaturgo porteño Leopoldo Marechal.
La presentación del 30 de diciembre de ese años en el teatro griego fue imponente por la gran masa de intérpretes: 170 instrumentistas, 700 voces, las orquestas del Colón y la UNCuyo, fanfarrias militares, solista Julio Malaval. Entre los asistentes el presidente Juan Domingo Perón y María Eva Duarte. Es la cumbre musical que evoca al Libertador.

Don Hilario…
Sin embargo, la obra de Cuadros y sus Trovadores de Cuyo conforman la raíz popular y folclórica que más exalta al Padre de la Patria. Los Sesenta Granaderos con música del paraguayo Félix Pérez Cardoso ocupa la cúspide. No fue única. En su haber brotan: Mi patrona y generala, con el Chocho Rafael Arancibia Laborde,  A San Martín con Pérez Cardozo, Bandera de los Andes, y El sargento de Ayacucho en colaboración de Julio Quintanilla.
Con Quintanilla también firmó un vals donde honra las virgen del Carmen de Cuyo y de Itatí. Sume que incorporó al repertorio de los Trovadores temas de otros autores y músicos que glorifican al Libertador.

Los sesenta granaderos
Camine el país que camine la cueca es cantada por mendocinos y no mendocinos. A pesar de ser pura cepa lugareña una tradición dice que "la cueca que recuerda al arriero que reza al pie del Cristo Redentor por los granaderos que cruzaron la cordillera con San Martín muy enfermo" no nació en La Cañadita Alegre o un bodegón cuyano sino  fue en los años 40 en el porteño Bar El Pensador, ubicado en Hipólito Yrigoyen y Luis Sáez Peña.

La letra de Hilario Cuadros recuerda a un arriero que reza por los 60 soldados de su tierra que cruzan con un San Martín muy enfermo los Andes, en enero de 1817, para liberar a Chile de los españoles.
El paso del Andes de los granaderos con el Capitán de los Andes no solo quedó inmortalizado en la cueca sino que Fidel Reig Matons la llevó al lienzo -integra la pinacoteca del Concejo Deliberante de la Ciudad de Mendoza-, y es custodiada por una extensa discografía que va desde los Chalchaleros y Los Visconti a Lucho Gatica, bandas y fanfarrias militares.

 

 

 

Para cantar

 

Ante el Cris, ante el Cristo Redentor
se arrodi, se arrodillaba un arriero
y roga, y rogaba por las almas
de los bra, de los bravos granaderos.
Eran se, eran sesenta paisanos,
los sesen, los sesenta granaderos;
eran va, eran valientes cuyanos
de cora, de corazones de acero.
Quiero elevar mi canto
como un lamento de tradición
para los granaderos
que defendieron nuestra nación.
Pido para esas almas
que la bendiga Nuestro Señor.

II

Nuestra Se, Nuestra Señora de Cuyo
contempló la cruzada de los Andes
y bendijo al General San Martín
el más grande, el más grande entre los grandes.
Cuna de, cuna de eternos laureles
Con que se, con que se adorna mi patria,
es Mendó, es Mendoza la guardiana
por ser la, por ser la tierra más gaucha.
Quiero elevar mi canto
como un lamento de tradición
para los granaderos
que defendieron nuestra nación.
Pido para esas almas
que la bendiga Nuestro Señor.

 

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