Maroon 5 en Viña del Mar: un éxito sin corazón

La banda que lidera Adam Levine se presentó en el evento chileno. Tocó todos sus éxitos pero no conmovió.
viernes, 28 de febrero de 2020 · 09:49

Sin dudas, la presencia de Maroon 5 en el escenario de la Quinta Vergara era muy esperada, porque era el gran número internacional para esta edición y, también, porque es una banda de renombre mundial que llegaba a ese escenario en su mejor momento.

Pero, algo extraño fue lo que sucedió en el predio chileno en la noche de ayer. Si bien la presentación fue muy contundente porque durante una hora y cuarto tocaron sus más grandes éxitos, la banda nunca logró conectar con el público, efusivo si los hay.

Desde el primer momento se supo que habría una gran distancia entre los artistas y sus admiradores. Llegaron una día antes en medio de un gran operativo de seguridad, fueron los únicos que no hicieron la habitual y rutinaria prueba de sonido y dejaron en claro que no querían que su rutina fuese interrumpida en ningún momento por animadores. Es decir, no se prestaron al juego de la entrega de las Gaviotas de Plata y de Oro con las que se distingue a los artistas que tienen éxito en el evento,

Es más, en caso de recibir dichos logos –cosa que si sucedió- iba a ser debajo del escenario, sin fotos y sin público.

Conociendo de antemano esas prioridades, no fue tan extraño ver a una banda que hizo la justa en el tiempo que para ellos estaba asignado.

Desde el mismo arranque quedó en claro que Adam Levine no tenía mucho interés en generar un feedback con el público de la Quinta. Y prueba de ello fue que apenas saludó… y nada más. Es más, se lo vio poco entusiasmado, hasta para cantar.

Pero, también fue llamativo que si bien la banda suena y mucho, en la transmisión televisiva se escuchó mal (otra de las exigencias fue que todos los técnicos abocados a la presentación no tenían que ser chilenos), sin fuerza, como que nunca logró estallar y, mucho menos, cautivar.

Así, después de una hora y cuarto, sin bises, Maroon 5 se fue del escenario dejando una imagen que, seguramente, no será recordada por mucho tiempo.