Reunión de padres, tema: Wos en Mendoza

El rapero tuvo su gran noche en el Stadium Arena Maipú con 4.500 localidades agotadas.
miércoles, 25 de mayo de 2022 · 18:55

Por Laura Romboli, especial para MendoVoz

Anoche fui al Arena Maipú a ver a Wos, el cantante, el rapero, si Wosito, el mismo que anda terminando su gira nacional por estos días, para luego, seguir arrasando en otros lugares.

Como una reunión de padres -a última hora de la previa de un feriado- pero con asistencia perfecta y puntual, un grupo enorme de progenitores y como una salida especial con “la del medio” o “el más chico” que ahora empieza a salir, llegaron muchos al Arena Maipú para ver a Wosito, el loquito de las rimas.

Wos el que dejó atrás las batallas de gallos y los premios para, definitivamente, convertirse en cantante. El que acompañado de buenos músicos que completan el show, se distingue entre sus pares.

Con mucha letra, contenido y cadencia en su voz, Wos es distinto a los demás. Se destaca, canta erguido y sin capucha, se muestra y desafía con sus rimas a todos y a los que, por las dudas, piensan que esto no es arte. Se rodea de luces que saben a donde dirigirse y pantallas que lo muestran desde otra perspectiva; todo el tiempo lo visual suma ante un escenario despojado y un joven que deja caer el peso de su voz en el micrófono.

No es más de lo que se ve, pero Wos se para de otra manera ante un público que -como la mejor lección que pueden dar frente a su cantante- recita con él cada estrofa hasta quedarse sin aire.

Todo el tiempo Wos salta y canta a la vez y desde mi ventana me permito admirarlo, hasta cuando -sin avisar- regala improvisaciones en medio del show y que los presentes sabrán atesorarlas como un recuerdo de su paso por Mendoza.

Con algunas palabras sin rimas, agradece y recomienda a los que asisten a que se cuiden. A los que asisten, esas amistades nuevas, inicio de adolescencias, que cantan enfrentados con los ojos cerrados sintiendo cada palabra en cada salto y en cada abrazo.

El show, que comenzó pasadas las 21.30, tuvo canciones que llevaron dos horas de música a las 4.500 localidades agotadas, con varios días antes de la fecha.

Wos sabe quién es, qué quiere y qué tiene y es perfectamente ese el mensaje más potente que baja del escenario y su público también lo sabe, lo espera y lo disfruta como los padres que quedaron al final del salón, parados, cargando camperas y mochilas de toda una generación que nos dice que por acá suenan las palabras y que son nuestros hijos las que quieren cantarlas.

Fotos Nicolás Riedel

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