Guaymallén renueva la calle Severo del Castillo

Las tareas forman parte del convenio firmado entre el Municipio y el Departamento General de Irrigación.
jueves, 29 de abril de 2021 · 07:34

Paso a paso, la zona rural de Guaymallén va transformando su infraestructura hídrica con obras de calidad y esfuerzos mancomunados. Es el caso de la calle Severo del Castillo, donde ahora se reviste en hormigón el canal ubicado sobre la margen este de la arteria, desde Celestino Argumedo hacia el norte.

En estos momentos, las cuadrillas se concentran en los primeros 700 metros del tramo y se extenderán hasta la Rotonda de Salcedo. De esta forma, la obra recorre el distrito Kilómetro 11 y llega justo a la altura del límite con Los Corralitos.

La sección de este cauce de riego será variable. En los primeros 70 metros, tendrá una dimensión de 90 centímetros de ancho por 1,20 metros de altura; mientras que, en el sector restante, contará con 90 centímetros de ancho por 90 centímetros de alto. El canal era de tierra, algo que afecta severamente al lugar en distintos sentidos.

Con estas condiciones, se estima que en un trayecto de cien kilómetros se pierde un 70% del caudal de agua; frente a un 5 o 10% que se pierde por evaporación cuando se encuentra impermeabilizado. Por lo tanto, el aprovechamiento es mayor. A esto se suman otros beneficios, entre los que se destacan mejor conducción del recurso, evitar innecesarias filtraciones y pérdidas por debajo de la calzada para optimizar su estabilidad y transitabilidad.

Las tareas también forman parte del convenio firmado entre el Municipio y el Departamento General de Irrigación con el fin de recuperar distintos canales e hijuelas de la zona rural de Guaymallén, una de las más postergadas en esta clase de intervenciones. Ahora, y gracias a esta situación inédita, la realidad empieza a cambiar con el mejoramiento de la red hídrica menor y la preservación de la red vial.

Como el acuerdo establece una acción conjunta, la Comuna aporta los materiales necesarios, la inspección proporciona la maquinaria y los vecinos costean la mano de obra. El mecanismo permite que el valor aportado por cada habitante del lugar sea mínimo en relación al monto total de la intervención.