Virginia Céspedes, la directora que se animó al desafío de la ficción
MendoVoz dialogó en exclusiva con la realizadora de la nueva miniserie "Gregoria", que va los sábados por la televisión local.
Hace dos semanas, la pantalla de Canal 9 puso al aire la miniserie de ficción Gregoria. De producción netamente mendocina y basada en hechos reales, su trama cuenta la historia de los esclavos negros que vivieron en nuestra tierra y centra la atención en los personajes de Gregoria y su ama, Doña Bruna.
La directora de esta novedosa propuesta televisiva es Virginia Céspedes, una vecina de Dorrego que logró cumplir uno de sus grandes sueños al poder mostrar su trabajo en la pantalla local.
MendoVoz tuvo una entrevista exclusiva con la creadora de Gregoria, quien contó detalles de su vida y lo que experimentó con esta producción.
-¿Cómo arrancó este anhelo de ser directora?
-Primero estudié psicología y me di cuenta de que no era el trabajo que quería. Después empecé Comunicación Social y Cine, las dos carreras juntas, buscando qué era lo que me gustaba. Al principio hice mucha producción, no me animaba a dirigir. Era un desafío, porque estamos acostumbrados a que los directores sean hombres. Me fui animando de a poquito. Dirigir, realmente, me encanta. Tener una idea en la mente, comunicarla a todo un equipo de producción y que los demás la empiecen a hacer suya es fascinante.
-¿De dónde surgió la idea de la ficción?
-Todos tenemos las ganas de contar, y por mi parte siempre se relaciona con la historia. Lo que no se conoce de la historia es lo que vengo contando en los últimos años, y me gusta ir a lo menos conocido, para que la gente lo pueda ver. He dirigido cortometrajes antes de Gregoria. No había hecho nada grande como una serie. En este caso, quería animarme a una ficción porque cada vez que hacía un documental terminaba armando escenas ficcionalizadas.
-¿Cómo nació el deseo de contar sobre Gregoria?
-Yo buscaba un tema para mi tesis de Comunicación Social, quería reflejar la historia de una mujer fuerte. Fui al archivo histórico y hablé con (la directora del Archivo General de Mendoza) Elvira Búcolo, quien me contó la historia de Gregoria, que no es en sí histórica, sino que es una anécdota de la vida cotidiana que está dentro de expedientes. Ella me leyó cartas de aquella época (1800) de Felipe Calderón, un joven de 15 años que le escribía al gobernador don José de San Martín pidiéndole autorización para casarse con su amada Gregoria, a pesar de la oposición de sus padres. También me leyó una carta del padre de Felipe, quien decía que era una locura. Era una época en la que no había abogados ni Poder Judicial; entonces, los problemas cotidianos llegaban directo al gobernador. A través de esas dos cartas, la de Felipe y su padre, surgió la idea de armar un documental, pero, todo el tiempo, el documental pedía ser novela porque las escenas estaban ficcionalizadas.
-¿Quién te dio la posibilidad de hacerlo ficción?
-Participamos en un concurso federal del Instituto Nacional de Cine, en el que presentamos el guión de ocho capítulos con la ayuda de Sonnia de Monte. En 2015 salimos ganadores de la región y conseguimos el presupuesto para realizar la ficción.
-¿Fue difícil hacer esta producción en Mendoza?
-Acá en Mendoza se produce mucho más de lo que se ve. Somos una gran comunidad en el sector audiovisual. Gregoria ha gustado mucho porque es de Mendoza. Visualmente, la gente lo ha encontrado bello; la historia le atrapa porque habla de nosotros. Nunca me salí de la idea de que todos los actores fueran mendocinos. Quería reafirmar lo nuestro no solo con la historia contada, sino también con el equipo técnico y los actores. Hay mucho talento acá. Si uno no se enamora de lo propio, siempre está mirando hacia afuera.
-¿Cuál es tu proyección a futuro con Gregoria?
-Primero, que salga en las pantallas nacionales. Ya es parte de los contenidos del Bacua y desde allí lo pueden distribuir. La idea es que primero se vea en el país, y para después ya hemos hecho contacto con otros países donde ha gustado, como México, Bolivia y Colombia.
La pequeña gran actriz
En el primer capítulo de la serie se mostró a Gregoria en varias escenas como una niña. El personaje que encarnó a la protagonista en esa oportunidad fue Guadalupe Giménez, mejor conocida como Lupita, quien al momento de la filmación tenía tan sólo 5 años.
MendoVoz tuvo la oportunidad de comunicarse con la incipiente actriz, vecina del barrio Santa Ana, quien contó con inocencia lo que vivenció encarnando el rol protagónico.
"Me gustó mucho hacer de Gregoria. Fui a Lavalle y a Uspallata a filmar, y la experiencia me gustó bastante. Me divertí muchísimo. Antes de que se estrenara estuve un poquito nerviosa y vi el primer capítulo con mi seño de primer grado, con mi padrino, mi madrina y mi familia, y hasta lo vio mi tía que está en España, por Skype. La pasé muy bien”, comentó Lupita.
Respecto de las repercusiones que vivió luego de la proyección del primer capítulo, la vecinita de Guaymallén explicó con emoción: "Todos me pedían autógrafos y les dije que no podía porque no sé firmar. En la escuela me hicieron pasar al frente de todos con el micrófono y me dio vergüenza. Fui al dentista y decían: "¡Esa es la nena que salió en Gregoria!’”.
Lupita tuvo la oportunidad de ser actriz gracias a su tío, el periodista Alejandro Álvarez. Céspedes los vio juntos en una foto y quiso que esta niña fuera quien representara a Gregoria de niña.
