Primera Barrileteada Nacional para concientizar sobre autismo

"El 28 de octubre, soñamos en todo el territorio nacional con un cielo azul de barriletes que nos hagan poner los pies sobre la tierra y la mirada en el cielo”, sostienen desde la organización Autismo Mendoza, una de las principales entidades de la provincia que acompañan a las familias que tienen algún integrante con trastorno del espectro autista (TEA).

Con esa premisa, el domingo próximo se llevará a cabo una Barrileteada Nacional de concientización denominada “Bajo un cielo azul”. En Mendoza, uno de los lugares donde se desarrollará la actividad será el Predio de la Virgen (Lateral Norte de Acceso Este y Mitre, Nueva Ciudad), a partir de las 17.

Se trata de una actividad organizada por la Asociación Autismo Mendoza, con el apoyo de la Municipalidad de Guaymallén, en adhesión a los encuentros que se concretarán en todo el país, no sólo para reflexionar sobre la temática sino para luchar por la reglamentación de la Ley Nacional N° 27.043, destinada a que niños y niñas con autismo accedan a una detección precoz y al abordaje interdisciplinario del tratamiento.

La barrileteada surgió por iniciativa del reconocido médico Rubén Sosa, un profesional comprometido con este trastorno neurológico, que afecta aproximadamente a uno de cada 68 recién nacidos.

La idea es que los barriletes sean hechos en familia para llevarlos ese día al Predio de la Virgen y pintar el paisaje de azul.

“Elegimos elevar barriletes azules sobre el cielo azul, y en todo el territorio nacional, porque el color azul se ha transformado en símbolo del autismo. Representa de alguna manera lo que viven a diario las familias y las personas con TEA. A veces el azul es brillante, como el mar en un día de verano. Y otras veces, ese azul oscurece y avanza como un mar de tempestad. Es que todas las personas que lo viven no lo representan de la misma manera. Las necesidades individuales son diferentes y por lo tanto cada caso único”, explicaron los organizadores.

Algo sobre autismo

El TEA es un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta durante los tres primeros años y que perdurará durante toda la vida.

Los síntomas fundamentales son: deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social, y patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.

Algunos indicios que pueden ser indicativos del TEA en los niños son:

• En la escuela, no suelen compartir actividades con los otros niños porque les resulta difícil comprender cómo comportarse en situaciones sociales.

• Establecen poco contacto visual con su interlocutor.

• No señalan con el dedo lo que desean.

• Acostumbran a tener hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva.

• Reaccionan poco ante la voz de sus padres, lo que puede hacer sospechar de un déficit auditivo.

• Pueden mostrar comportamientos extraños, repetitivos y auto estimulantes, como el balanceo o el movimiento de aleteo de manos.

• Los que presentan más nivel intelectual, notan que son diferentes y no entienden qué les pasa.

Si bien el autismo no tiene cura, con tratamientos dados en tiempo y forma se logran resultados considerables. Por tal motivo, es importante realizar un diagnóstico temprano si se sospecha de la existencia de esta condición.