El barrio Cirsubdoz recuperó parte de su pasado e historia

Los vecinos del barrio lasherino Cirsubdoz, perteneciente al Círculo de Suboficiales de la Fuerza Aérea, recuperaron la hélice del avión Douglas DC 3, que desde los inicios del barrio del Zapallar, se ubicó junto al motor, en la plaza principal, aquella pieza que durante décadas estuvo descuidada y fuera de su lugar original.

Con un sentido acto, en la plaza Fuerza Aérea, quedó reubicada en su lugar original esta pieza de mecánica aérea, ya restaurada y que durante muchos años se desconocía su paradero. En la actividad estuvieron presentes vecinos del barrio, familiares, autoridades de la IV Brigada Aérea, la Banda Militar de Música “Capitán D. Luis Candelaria” y el intendente Daniel Orozco, quien dijo a los presentes “tenemos que recordar estas vivencias, este objeto representa recuerdos, vivencias que nos hacen pesar en lo grande que somos. Quienes utilizaron ese avión, quienes lo miraban hace años aquí, quienes ahora lo empezarán a ver de nuevo, estos niños, junto a sus padres y a sus abuelos, todos los vecinos presentes, porque esto no es hierro, esto es vivencia, algo que pasó y compartió mucha gente. Hoy sabemos la historia de esa hélice y el valor de lo que significa para este barrio, valores que renacen y no se olvidan”.

La historia de la nave

El 13 de junio de 1977, un avión Douglas DC 3, versión C47 de transporte de carga, salió de la antigua pista de despegue en El Algarrobal, Las Heras. La nave llevaba cinco tripulantes y cuatro pasajeros. Por razones que se desconocen, la misma se precipitó al suelo a los 120 metros de altura, a los dos minutos del decolaje, aproximadamente a las 10.20 de aquel día, partiéndose en tres.

Cuando se creó el barrio Cirsubdoz, el motor y la hélice de la aeronave accidentada fueron colocados en la plaza principal para recordar aquel accidente, en el cual milagrosamente todas las personas que viajaban en la cabina salvaron su vida.

El barrio pertenece al Círculo de Suboficiales de Mendoza, tiene 42 años de vida y ya hoy muestra orgulloso -nuevamente en la plaza- aquella hélice junto a su motor, restaurada por personal especializado de la IV Brigada Aérea, luego de que los vecinos del barrio buscaran incansablemente recuperarla.

Para José Luis Ramírez, suboficial principal retirado y sobreviviente de aquel vuelo, comentó “que regrese ese elemento a su lugar, simboliza recuperar la memoria del barrio; que el pueblo sepa que ese era un motor de avión perteneciente a la IV Brigada Aérea, un avión de carga, que en Mendoza solo habían dos aviones de esas características y que todos los que en él viajaban aquel día, sobrevivimos”.

“Estamos muy agradecidos por la colaboración excepcional de la gente de la IV Brigada y del Municipio, porque esto es de una enorme importancia para aquellos primeros habitantes que gestaron la puesta de la hélice en el barrio y para nosotros -los que éramos chicos y veníamos a jugar a la plaza- que la mirábamos allí, y nos imaginábamos esos grandes pájaros volando en nuestro cielo. Verla aquí de nuevo es transmitir el espíritu que vivimos aquellos niños a la generaciones de hoy, una honra a aquellos sobrevivientes, algo que es invaluable”, expresó Gabriela.Scilipoti, vecina del barrio.