Con un homenaje al agua, Las Heras desfiló por las calles mendocinas

La soberana Griselda Gualpa, junto a su corte, se mostró emocionada sobre un carruaje que honra al recurso hídrico.
sábado, 9 de marzo de 2019 · 00:08

La tradicional Vía Blanca de las Reinas estuvo marcada por el temor latente a una posible suspensión ocasionada por las inclemencias climáticas y la lluvia incesante. Pese a ello, el tradicional desfile pudo desempeñarse y los mendocinos y turistas vivimos una nueva edición del desfile. En este marco, Las Heras hizo su paso  con un carruaje que honra al recurso hídrico diseñado por los empleados de Cultura y Eventos del Municipio.

La bella representante, Griselda Gualpa, se mostró sonriente con un atuendo en tonos rojos escoltada por preventores y miembros del área de deporte y las reinas distritales de su corte; que luego de la polémica por supuesto fraude en la elección solo contó con el acompañamiento de las soberanas distritales de Uspallata, El Zapallar, El Challao, El Algarrobal, El Pastal y El Resguardo al compás de los acordes de música cuyana.

De esta manera,  las reinas distritales de Las Heras y su soberana departamental hicieron su paso triunfal en una estructura signada por los tonos celestes y las figuras simples.

Por otra parte, vale mencionar que desde la Comuna confirmaron que el meticuloso trabajo tiene la clara intención de volver a ganar el concurso a Mejor Carro de la Vendimia, tal como ocurrió el año pasado. Para ello, se ha diseñado un carruaje especial que habla de la importancia del cuidado del agua así como también hace honor al concepto vendimial de esta Fiesta Nacional, “Tejido en tiempo de Vendimia”.

Así entonces, el carro es un homenaje y una reflexión a cuidar y a defender el agua pura. El diseño inicia con la Cordillera de los Andes que es el origen del agua para nuestro oasis. Allí está ubicado el trono de la reina y luego se despliega una acequia, lugar típico mendocino donde transcurre el agua, que a vez contiene los obsequios que se entregaron al público.

La propuesta finaliza con una parra como símbolo de la posibilidad de la vida. Dándole la espalda a esta parra se ubica un juego de paneles en tonos naranjas y amarillos que son la síntesis de la tierra y el sol mendocino. En los costados del carro se percibían unos grandes rulos metálicos que simbolizan el movimiento del agua, así como simulando los arcillos de la parra. La parra está coronada por esferas transparentes, como si fueran gotas de agua que luego se transforman en fruto.

Plásticamente, el carro está trabajado en telas, todo en un entramado en homenaje a esta edición de la Fiesta Nacional de la Vendimia, “Tejido en tiempo de Vendimia”, y los telares que ella representa. De ahí que todo el carro contenga grandes superficies tejidas como la trama y la urdiembre de un telar.