Y un día la orquesta sonó en el barrio

En el marco de la Semana Santa, el barrio 26 de Enero fue escenario de una propuesta que congregó a los vecinos.
lunes, 22 de abril de 2019 · 16:00

Fueron niños y jóvenes lasherinos quienes lo hicieron posible, en el marco de la Semana Santa en Las Heras y como parte de la agenda del ciclo provincial Música Clásica por los Caminos del Vino. El concierto de este sábado por la tarde en el Playón Deportivo del 26 de Enero puede marcar el inicio de una sana costumbre artística.

Porque la música ha derribado siempre prejuicios y fronteras, no distingue razas ni clases sociales, es que el concierto de este sábado por la tarde en el Playón Deportivo del barrio 26 de Enero quedará marcado como un hito más de la cultura lasherina que sonó bien alto para quienes la quisieran oír.

En el marco de la Semana Santa en Las Heras, y formando parte de la programación del festival de Música Clásica por los Caminos del Vino, un espacio público al aire libre -que se está convirtiendo en lugar para el deporte social en el distrito de El Resguardo- sirvió como plataforma a un evento cultural único. E Inédito para los vecinos del 26 de Enero y de alrededores, que se acercaron en familia a disfrutar de un repertorio variado de música clásica y popular argentina de la mano de sus niños y jóvenes.

La Orquesta de Cámara Juvenil de la Municipalidad de Las Heras –dirigida por Joel Di Cicco- fue protagonista, compartiendo las baldosas del “escenario” con el reconocido pianista Juan Pablo Moltisanti y los cantantes líricos Mariel Santos, Mariano Leotta y Marcelo Zelada. A todos ellos se sumó al final el ensamble “anfitrión”: la orquesta infantil La Pitufónica que –hoy dirigida por Pablo Cáceres- lleva 12 años derramando melodías en los más pequeños de esa barriada.

La velada de gala se sirvió aquí con mates y pastelitos en canastas llenas de expectativas por lo que allí iba a sonar. El público se mostraba ávido de encontrarse con esta oportunidad musical de que, así como cada sábado ahí a la vuelta en la escuela Julio Quintanilla oyen de lejos ensayar a La Pitufónica, ahora las melodías tomaran forma de recital. Y se apoderaran al menos por una hora del aire que todos respiran.

Apenas separados por unas baldosas desde las sillas –o unos metros más alejados los que llegaban tarde al convite y quizás por timidez o respeto a los artistas no tomaron asiento-, casi un centenar de vecinos llevó al nieto, la nona, el choco y los amigos. Todos, mancomunados como en una ceremonia, seguían los tiempos del espectáculo, cantando, bailando o destellando admiración ante la destreza instrumental, sobre todo en piezas de la música clásica.

La Juvenil lasherina estrenó para la ocasión la Sinfonía N°94 de Hyden, mientras que los líricos ofrecieron con ella un repertorio variado que fue desde Muchachas ojos de papel de Luis Alberto Spinetta hasta el folclore con Zamba para olvidar, el clásico tango El día que me quieras o la popular de todos los tiempos Quizás, quizás, quizás. Y una pareja de espectadores –pañuelo blanco en mano- dio el primer paso al baile, aunque los niños se habían animado antes a juguetear con los acordes.

Porque las emociones a esa altura estaban a flor de piel, y los aplausos repercutían cada vez más alto, había llegado el momento para La Pitufónica. Sus familiares y vecinos celebraron la participación, que a esa altura se convirtió en el final de un sueño compartido.

Otoño en Mendoza y Canción con todos cerraron el concierto con el medio centenar músicos –los pequeños, los jóvenes y los maestros- reunidos frente a su gente, deleitándolos –y deleitándonos a los “intrusos”- con tanto amor por la música.

Brillaban sus cuerdas y vientos, sus voces y talentos, para hacernos brillar a todos bajo el mismo sol de integración. Sabían ellos que el arte nos une, nos identifica, nos salva. Y esa fue la enseñanza que nos dejaron. De ahí la ovación como reconocimiento. Y la promesa de llevar el “Concierto en tu Barrio” a cada rincón del departamento de Las Heras.

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