El oasis de arte que significa el Fader

La Secretaría de Cultura destacó al museo lujanino como uno de los lugares emblemáticos de Mendoza.
miércoles, 14 de agosto de 2019 · 07:00

El Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú-Casa Fader está próximo a reabrir sus puertas, y la Secretaría de Cultura no quizó dejar pasar la ocasión para contar lo que significa este espacio lujanino en la Provincia.

 

Custodio de las artes

“Caminar por los jardines del Museo Fader es un paseo por un tiempo de lujos, juegos entre cipreces y esculturas; una invitación a sumergirse en un pasado lleno de pinceladas y cinceles. Pero el entrar a la casona de Luján es otro desafío: intervenciones, restauraciones –algunas que lastimaron la historia– y miles de personas que caminaron por sus pasillos fueron dejando marcas. En 2012, el centro cultural cerró sus puertas y el tiempo quedó detenido hasta hoy”, comienza contando el informe de Cultura.

El museo fue concebido para una función activa como cátedra de arte, cuenta con colecciones originales de importantes artistas provinciales, nacionales y con reproducciones de cuadros y esculturas del arte universal. Lleva el nombre del extraordinario artista plástico Fernando Fader, quien pintó los maravillosos murales del hall y de la piscina interna.

La casona donde funciona fue donada por doña Narcisa Araujo de Guiñazú en 1945, y transformada con una original concepción de museo-parque: trazado geométrico de cipreses que forman salas al aire libre para la exposición de esculturas.

Abrió finalmente sus puertas al público en 1951. En 1998, se declaran Bienes del Patrimonio de la Provincia de Mendoza el Edificio del Museo, su Parque y la obra de Fernando Fader, señal del reconocimiento oficial por el valor patrimonial que el museo tiene para la vida de Mendoza.