Potrerillos, uno de los destinos más elegidos y riesgosos
El dique es uno de los sectores más concurridos en el verano, por lo que la prevención y restricción es una tarea constante en el lugar.
Diciembre y enero son unos de los meses más sofocantes que se viven en la provincia, las altas temperaturas y el imponente sol invitan a mendocinos y turistas a elegir sitios donde abunde el agua y el fresco. Esta búsqueda, que parece casi imposible, tiene una solución inmediata y es Potrerillos.
Más allá de los numerosos lugares naturales que ofrece el distrito y la vista a la cordillera, Potrerillos tiene su dique, uno de los pocos habilitados en la provincia para refrescarse el cuerpo. Solo que esta habilitación está sujeta a numerosas medidas de prevención, restricciones y multas en caso de cumplir con las normas de Náutica, perteneciente a la Dirección de Recursos Naturales Renovables de la provincia.
Estas reglas que ayudan al control del perilago están sujetas principalmente a la prevención, según contó uno de las guardias de Naútica Guillermo Argumedo a Mendovoz. Lo que implica otro tipo de trabajo, uno de concientización y empatía con quienes buscan bajar la temperatura corporal.
“Desde hacen unos años que Naútica viene reforzando las tareas de prevención en los espejos de agua de la provincia con concientización y charla amena con el visitante. Esto es por una cuestión de que el mensaje es mejor recibido e, inevitablemente, transmitido y replicado por esa persona a su entorno. El problema surge cuando hay alcohol y otras sustancias de por medio”, contó Argumedo mientras realizaba rondas de seguridad en Bahía de las Hormigas, ubicada a unos pocos metros de uno de los miradores del dique.
“Esto se debe a que cuando estos factores se interponen, las personas se sienten más valientes para tomar decisiones incorrectas. Por ejemplo, como tirarse de cabeza al dique, cuando puede haber una roca y partirse la cabeza; o nadar en sectores prohibidos donde hay extractores de agua; o meterse al agua luego de comer, lo que implica que el proceso de digestión se corte y le produzca un calambre quedando inmóvil, sin poder salir del agua”, fueron algunos de los detalles que brindó el hombre.
Es por este motivo, que los rondines y tareas de prevención son una constante toda la semana, donde el trabajo es reforzado los fines de semana.
“La gente muchas veces no sabe que este dique tiene en su interior un pozo que se pone en función cuando se necesita agua, el cual absorbe todo lo que tiene a su paso. Cuando los límites y normas no son respetados, estamos en problemas porque se trata de un riesgo muy grande. Es por ello que estamos concientizando de manera permanente a todos los que llegan al Dique”, concluyó Argumedo.
En lo que va del año, solo un joven de 17 años estuvo al borde de la muerte al nadar en una zona restringida de Potrerillos y sufrir un ahogamiento de fase dos al ingresar al agua fría tras almorzar, por lo que se le cortó la digestión y se le produjo un calambre de estómago dejándolo inmóvil. La situación no pasó a mayores gracias al rescate inmediato que realizaron los agentes de Naútica y las tareas de reanimación.
Las multas
Para evitar muertes o inconvenientes, la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial dispuso en enero del año pasado una serie de modificaciones e incrementos en las multas a quienes cometen infracciones.
En lo que, respecta a las multas económicas, muchas de ellas arrancan desde un monto de $4.750 y pueden llegar hasta $120 mil. El arresto puede oscilar entre 2 a 5 días; y el trabajo comunitario hasta 5 días.
Los espacios habilitados
Los lugares aptos para refrescarse en los espejos de agua son algunos sectores del dique Potrerillos y El Carrizal, las Playitas de Luján (en las inmediaciones del río Mendoza y Carrizal), San Carlos (en las inmediaciones del río Tunuyán) y Alvear (en las inmediaciones del río Atuel).
