Un alumno lujanino obtuvo dos medallas en Química
Joaquín Muñoz fue destacado junto a su profesor Sebastián Guerra en la Olimpíada Argentina de Química.
La historia entre este alumno y su profesor rompe con todos los pronósticos, es que Sebastián Guerra logró algo impensado. Por un lado, que a Joaquín Muñoz le gusten las clases de Química y, por el otro, que el estudiante sea medalla de plata y zonal en la Olimpíada Argentina de Química.
El camino de preparación y esfuerzo comenzó a principio de año, cuando Guerra ingresó como el nuevo profesor de Química y Física en el colegio S-109 Las Candelas, de Luján de Cuyo. Allí, se topó con un grupo de alumnos que estaban lejos que elegir esa materia como favorita, en particular Muñoz.
Sin embargo, la pasión y trato del docente con sus aprendices cambio de rumbo el cursado. Según destacó la vicedirectora del Nivel Secundario de la institución, Andrea Cardone, “Guerra llegó como un profesor que despertó la pasión por la Química en sus alumnos. Rompió por completo con los estereotipos del docente, y destacó y valoró lo que cada uno de sus alumnos piensa, ganándose su respeto y amor por esta materia. Como sucedió en el caso de Muñoz”.
Tal es así, que el alumno le contó a las autoridades escolares que le empezó a gustar la Química luego de escuchar a su profesor. Esto fue el puntapié para construir un camino que finalizó con tres alumnos de Las Candelas en las instancias finales de las Olimpiadas, logrando que el adolescente de 4º año fuera el flamante poseedor de la medalla de plata y medalla zonal a nivel nacional.
La competencia inició el 2 de agosto hasta el 2 de noviembre en Villa Giardino, Córdoba, y la cual contó con cuatro etapas colegial, intercolegial, zonal y nacional. Del intercolegial pasaron 24 de 45 alumnos, y del zonal, sólo 14, fase en la cual obtuvo Joaquín el mejor puntaje de su nivel. En la instancia nacional participaron 298 estudiantes de todo el país.
La iniciativa, en su XXVIII edición, fue organizada por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, y auspiciado y financiado por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación.
Los objetivos de las competencias fueron estimular la creatividad y el interés de los alumnos por la Química, promover un mejor conocimiento de la inserción de la Química dentro del panorama de la actividad científica y de las actividades humanas en general, despertar vocaciones científicas y técnicas, entre otras.
Desde el colegio de los premiados, aseguraron que tanto el alumno como el profesor recibirán un reconocimiento en las colaciones de fin de año. Ya que son referentes de “esfuerzo, trabajo duro, dedicación, y un ejemplo para el resto de los estudiantes”, indicó la vicedirectora.
