El profesor más querido de Argentina es lujanino
Ricardo Ponce, docente de artes marciales, fue destacado como un “guerrero”, dentro y fuera de su trabajo.
Cuando la pasión, dedicación y esfuerzo son combinados dentro y fuera del trabajo, los reconocimiento no tardan en llegar. Es el caso del profesor de Kung Fu de Vistalba, Ricardo Ponce, quien, a pesar de estar atravesando una situación complicada de salud, continúa cosechando victorias.
Ponce, de 43 años, enseña a personas de la tercera edad el arte del TaiChi. Gracias a las clases que brinda todas las semanas en los diferentes centros de jubilados, logró que uno de ellos, llamado América, saliera campeón en ésta técnica.
Es por esto último, que sus alumnas de Carrodilla pidieron que se destaque su trabajo y paciencia. “Es un profesor muy amoroso, son cuida, nos acompaña, nos tiene paciencia y siempre nos alienta a seguir luchando por nuestros objetivos”, destacaron desde el centro de jubilados América.
El cariño y afecto que se ha ganado Ponce no ha pasado desapercibido, es que el pasado 12 de octubre, la Asociación de Kung Fu Sudamericana lo nombró el profesor más querido por sus alumnos y colegas en Argentina.
“Ricardo es una persona muy dedicada a su trabajo y a nuestra familia. Es muy paciente con sus alumnos, siempre tiene palabras de motivación, y él es un ejemplo de voluntad y garra. Cuando lo veo así de feliz y también a sus alumnas, saco la conclusión que está haciendo las cosas bien, y eso me llena de orgullo”, destacó su esposa, Daniela Galván, a Mendovoz.
Si bien, Ponce no ha tenido un año favorable en lo que a salud respecta, el hombre no bajó los brazos y continuó asistiendo a clases y acompañando a sus grupos a las competiciones. Gracias a esta fuerza de voluntad, sus aprendices recorrieron la provincia, viajaron a Chile, y hasta obtuvieron la medalla de bronce en el Mundial de dicho deporte.
En cuanto a cómo recibe este alago el profesor más querido, señaló a Mendovoz: “El reconocimiento para mi es un orgullo, porque me demuestran que si han aprendido cada clase que les he dado. Ellos potenciaron su solidaridad como compañeros y eso los hace mejor personas. La verdad es que los amo con el corazón”.
Actualmente, papá de tres chicos, “Ricardo es sinónimo de muchas palabras hermosas, es sinónimo de que todo lo que nos proponemos es alcanzable y que con trabajo y dedicación podemos concluir metas”, concluyeron con mucho cariño sus alumnos.
