Fe y devoción por la Virgen de la Carrodilla

A 13 días del Día de la Virgen de la Carrodilla, los vecinos de Luján de Cuyo contaron el significado e importancia que tiene para ellos la presencia de su imagen en Carrodilla.

La protectora de los viñedos, si bien representa un hito fundamental en la historia mendocina, su historia se remonta al siglo XVII, cuando Antonio Solanilla, un inmigrante aragonés, oriundo de un pueblito llamado Estadilla, ubicado a los pies de la sierra de la Carrodilla, llegó a la provincia.

Mucho antes, en el mismo poblado, la Virgen María con el niño Jesús en brazos hizo su aparición a dos leñadores que se encontraban trabajando, según cuenta la tradición oral. La Virgen mostraba un ramo de uva en su mano izquierda, que representaba la abundancia. Después de la aparición, los mineros hallaron una veta de metal que les permitió salir de la pobreza.
De esta manera, la fe creció entre los habitantes de Estadilla y declararon a esta advocación como patrona de la Carrodilla, protectora de las tormentas. El nombre de Carrodilla deriva de carrocilla o carro, en referencia a esta tradición.

Cuando Antonio se trasladó a Mendoza, llevaba consigo una imagen de la Virgen e hizo construir una capilla junto a la casona donde vivía, en el límite de Luján de Cuyo. Siendo la provincia tierra del vino, la virgencita con su racimo de uva en la mano se hizo popular enseguida. 

Al ver que la devoción y fe de los mendocinos crecía, la Iglesia decidió coronar a la Virgen con una solemne cerebración el 13 de febrero de 1938.

Esta fecha, con los años, toma más y más fuerza, congregando peregrinaciones, festejos y ofrendas para que las plegarias de sus fieles llegue a lo más alto. Este es el caso de Elizabeth Cortes, una fiel devota que contó a MendoVoz cómo la Virgen es la “fiel protectora” de su familia.

“De grande conocí a la Virgen de la Carrodilla, a quien empecé a pedirle que interceda por mí ante Dios, para que su amor y cuidado llegara a mi familia y a mí. Pero fue en el 2015, cuando una de mis hijas pasó por un momento difícil de salud que yo me aferré a Ella. Desde ese día, sentí que me escuchaba y su presencia, y lo mejor fue que mi hija empezó a mejor y salir de una situación que era muy complicada. Desde entonces, todas las mañanas la saludo y agradezco que ilumine a mis seres queridos”, contó Elizabeth, emocionada y conmovida por lo sucedido.

Juan Zúñiga, un vendedor de café, no escapó a estos sentimiento y relató cómo la Patrona de los Viñedos lo ha ayudado en lo laboral. “Toda mi vida he creído en la Virgen de la Carrodilla. Mi mamá era muy devota y nos decía que siempre nos encomendáramos a ella, que nos iba a acompañar en todo momento porque era muy milagrosa. Con los años, mi trabajo fue cayendo y la cosa se puso muy fea en septiembre del año pasado con un problema que tuve en la pierna derecha. En esa situación, recordé lo que me decía mi madre y empecé a hablar con la Virgen todos los días. Le pedía que me ayudara a salir y poder volver a trabajar, y acá estoy de vuelta. En noviembre todo mejoró, hasta el trabajo. Por eso le digo a la gente que no se desespere y que tenga fe”, concluyó el creyente.

La fiesta que homenajea a la Virgen de la Carrodilla

La Patrona de los Viñedos también tiene su lugar especial y de veneración con la Bendición de los Frutos, acto litúrgico que abre paso al calendario vendimial. Aquí es cuando los mendocinos le agradecen las cosechas del año y le piden su bendición, para proteger de la piedra, el granizo y las plagas a los próximos cultivos.

Además, luego de incluirse esta tradición religiosa en la tercera edición de Vendimia, comenzó a tener una mención especial en la Fiesta Nacional de la Vendimia, la cual se le atribuye desde 1963 hasta la actualidad.

La Paz será el departamento que, este año, albergará a la Virgen de la Carrodilla y la Bendición de los Frutos, el 2 de marzo.