Reclaman por más controles y limpieza en Canota

A pocas semanas de su inauguración, los vecinos de la zona solicitan soluciones y piden responsabilidad a la población.
miércoles, 9 de enero de 2019 · 11:00

A unas semanas de la inauguración del Parque Canota de Luzuriaga, los vecinos de la zona reclaman por la falta de limpieza en el predio. El problema se incrementa los fines de semana, días que concurre una gran cantidad de gente. Además solicitan más controles en el lugar y en las inmediaciones.

Leonardo, uno de los vecinos de la zona expresó: “Está todo sucio. Los perros están sueltos donde los peatones corren el riesgo de ser mordidos. Los senderos están con excrementos de perros”. Por su parte, Laura comentó sobre lo que se encontró el domingo por la mañana: “Definitivamente no merecemos este lugar. Mugre, mugre y más mugre por donde se lo mire. Parece un basural a cielo abierto”.

A pocos días de que comenzaran los reclamos por la falta de limpieza, el Municipio colocó más contenedores de basura en el nuevo espacio verde. A raíz de este acto, los vecinos coinciden en que es importante que la población que asiste, tome conciencia y que utilice estos tachos con el fin con el que fueron colocados.

Otra de las vecinas que expresó su descontento fue Virginia: “Puede ser que los basurines sean chicos y que es mucha la cantidad de personas que van, pero hay basura en todos lados. De última que dejen el cartoncito de vino al lado del tacho, no en el pasto. También hay muchos perros callejeros que sacan la basura y todo suma. Pero cómo explicas que rayen la cartelería, que escuchen música fuerte y que hagan disturbios”.

 “No solo los jóvenes dejan sucio sino también las familias. Vivo enfrente y veo como dejan y tiran de todo donde les place. No enseñan a los niños a cuidar de los espacios, las plantas y los juegos. Obviamente tampoco los adultos lo hacen. Los animales andan sueltos y son de los vecinos que los dejan salir a distintas horas para hacer sus necesidades, otros lo llevan con correa pero no levantan los excrementos. Estamos muy contentos todos con este nuevo espacio, pero cero educación”,  relató María Celeste.

Verónica, una de las vecinas de la zona, se refirió a la falta de control: “Vivo muy cerca del paseo Canota y es imposible dormir. Los fines de semana es un desfiladero de patotitas que golpean el portón, te tocan el timbre, se pelean a los gritos todo el tiempo, y esto se repite hasta el amanecer. La verdad, estamos muy lejos de ser una sociedad responsable y educada”.

 

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