Talentosos bailarines maipucinos estudiarán en Broadway

Los talentos maipucinos no dejan de sorprender a los jurados de competencias nacionales e internacionales. En este caso se trata de un grupo de bailarines que asiste a la academia de danzas Débora Kaúl, ubicada en Fray Luis Beltrán. Los jóvenes de entre 13 y 20 años conquistaron con su arte a los jueces y lograron importantes premios para su formación.  

Martina Jouas, Valentina Forconi, Valentina Bucci, Ignacio Bustos, Sabrina La Fuente, Camila López, Victoria Mairan, Sofía Castro y Lola Díaz participaron en la categoría adulto de la primera edición de la competencia Somos Danza, que tuvo lugar en el teatro Premiere de la calle Corrientes en Buenos Aires. Cabe resaltar que los maipucinos hicieron historia resultando los primeros ganadores de este nuevo certamen.

Los bailarines y la profesora Débora Kaúl obtuvieron el premio mayor: 10 pasajes, la estadía en New York y las becas para tomar clases en un centro de danza muy reconocido, el Broadway Dance Center, donde aprenderán de los mejores exponentes de la danza jazz. El grupo viajará el 18 de marzo a vivir esta experiencia.

“Es un premio increíble y considero que mucho más importante que el que ganamos para ir a Miami. Vamos a ir a estudiar con los mejores del mundo y eso implica otro crecimiento no solo para los bailarines, sino también para mí como maestra y para poder traer a nuestra provincia esa información”, le comentó a MendoVoz la profesora.

La mayoría de estos jóvenes talentos fueron quienes el año pasado obtuvieron el primer puesto en la competencia “Danza en la Florida”, en Córdoba, donde ganaron 10 pasajes a Estados Unidos, el alojamiento en Miami y Orlando, y la clasificación e inscripción a la gran final del torneo, el que también conquistaron.

“Gracias a la vida”

A Buenos Aires viajaron con una nueva puesta que se destacó por su alto nivel técnico e interpretativo. Los artistas representaron Gracias a la vida, la canción que compuso Violeta Parra y que hizo conocida Mercedes Sosa.

“El año pasado fue muy hermoso con todo lo que la vida nos regaló como el viaje a Estados Unidos. A partir de ahí se me abrieron muchas puertas en lo laboral y con esto quise agradecer a la vida todo lo que nos da. Trabajo con adolescentes que reniegan de la vida y la idea era contarles que tienen que valorar cada cosa pequeña. Es un homenaje a los instantes y momentos que valen la pena vivir”, resaltó la maestra.

Cada vez que Débora monta una nueva coreografía de este estilo trabaja con sus alumnos en la letra y en la interpretación, más allá de las secuencias bailadas. Para lograr esta composición en grupo leyeron la letra, la estudiaron, investigaron la historia de la compositora, de por qué escribió esta canción y qué significa cada estrofa.

“A partir de ahí fue ver qué significación tiene en nuestras vidas, con una introspección del bailarín para poder entrar en esta coreografía desde un lugar más real y comprometido, no solo desde la reproducción de los pasos, sino contando una historia. Lloramos mucho y fue un trabajo de casi seis meses”, indicó Kaúl.

Además, antes de salir a escena también tienen una preparación previa individual y grupal para poder concentrarse. Al respecto la profesional explicó: “Trabajamos aproximadamente una hora y media donde hacemos una especie de meditación solos y después en grupo, y sin romper ese estado salen a escena”.