Tras 50 años, los une una amistad y el recuerdo

Un grupo de hombres de la clase 48 festejó las bodas de oro de su salida del Liceo Militar General Espejo.
miércoles, 3 de abril de 2019 · 07:00

En tiempos de redes sociales, un grupo de hombres que se conoció haciendo el servicio militar eligió utilizar los medios de comunicación actuales para reunirse nuevamente. Se trata de los exsoldados de la clase 48, de la compañía Comando y Servicios del Liceo Militar General Espejo que hoy tienen 71 años y las anécdotas de esa época los impulsan a reencontrarse.

El exsoldado maipucino, Serafín Antonio Reynoso, le relató con entusiasmo a MendoVoz que junto a otros compañeros se reunieron para celebrar las bodas de oro de su salida de la colimba. Fueron más de 40 los hombres que asistieron a la reunión.

El encuentro fue en una finca del gran Mendoza, a la que fueron acompañados de sus esposas. “Empezamos la reunión entonando las estrofas de nuestro himno nacional argentino, reunidos todos alrededor de un mástil en el que uno de los compañeros escribió clase 48 y eso nos pegó en el pecho a todos. Izamos la bandera y fue una alegría indescriptible”, comentó Serafín sobre el evento.   

Este grupo de amigos organizan reuniones cada tres meses y lo vienen haciendo desde hace aproximadamente unos cuatro años. Tienen un grupo de Whatsapp, pero también se comunican llamándose a los teléfonos fijos o por Facebook. “Nuestra amistad perdura desde 1969 que salimos del servicio y nos acordamos muy bien porque fue el año que el hombre pisó la luna”, recordó con orgullo Reynoso.

Y contó que en los primeros encuentros eran unos diez hombres hasta que pudieron ir tomando contacto con los demás. “A una de las reuniones vino uno de Bowen, y nos dijo que quería que fuéramos a su casa. Ahí empezamos la misión para ir y logramos juntarnos unos 35 en General Alvear”.  

Otro de los exsoldados, Angel Cosimano, explicó: “Nos juntamos cada tres meses más o menos y es todo un trabajo porque somos unos 80 los que siempre estamos, más allá de que a las reuniones después falten. A la última vino uno que vive en Estados Unidos e hicimos coincidir su venida para la juntada de los 50 años”.

El pasado los mantiene unidos

A estos hombres los une el recuerdo de su estadía en el Liceo Militar, las ganas de verse y de saber cómo está el otro, a pesar del paso del tiempo. 

“Cuando recuerdo esas épocas me emociono y se me caen las lágrimas. Nos tiene atrapados el juntarnos porque tenemos las mil anécdotas de cuando hacíamos las maniobras, de las guardias, de las noches y de los bailes. A veces me encuentro con alguno en el centro y terminamos abrazándonos y tomando un buen café”, dijo Reynoso.

Ambos resaltaron que no conocen otro grupo de la época que reúna como ellos. Además de verse cada tanto, están en contacto permanente y saben uno del otro. Se preocupan cuando un compañero tiene un problema o si se enferman y se alegran cuando todo está bien.

“Somos muchos los que quedamos y la idea es mantenernos juntos. Estar unidos y siempre brindar por los que no están o por los que están enfermos. El que hace el servicio militar se siente más patriota y eso nos une, nos mueve para juntarnos y revivir recuerdos. Siempre intentamos reírnos y olvidarnos de los problemas que hay”, rescató Cosimano  

Y resaltó que “los mejores recuerdos son el haber conocido a tanta gente y a tantos amigos a los 20 años. Te olvidas de los bailes que le pegaban a uno, aunque no todos lo sufrimos igual, pero son parte de los recuerdos que a uno no le gusta recordar”.

 

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