La hora de las mujeres empoderadas

Las conclusiones del Foro sobre Desigualdad de Género que se realizó en Festival de Mar del Plata
domingo, 18 de noviembre de 2018 · 05:00

Los estereotipos de género, su reproducción en el cine y la posibilidad de desandar ese camino para ofrecer un fiel reflejo de las personas fueron algunas de las reflexiones surgidas en el primer foro sobre las desigualdades en el ámbito del séptimo arte.
"Las charlas informales sobre las perspectivas de género, los temas y películas que queríamos mostrar ahora tienen un espacio formal", sostuvo Cecilia Barrionuevo, Directora Artística del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Se trata del primer Foro sobre Reflexiones en torno a las Desigualdades en el Cine, en el marco de la 33a edición de la única reseña clase "A" de América Latina, con apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).

La profunda asimetría en el campo de las artes, los abusos en la industria cinematográfica, que originaron al movimiento #MeToo y los femicidios, que en Argentina dieron a luz al colectivo #NiUnaMenos "hacen necesario pensar el cine que estamos haciendo", sostuvo Barrionuevo.

"¿Tengo un cuerpo o soy un cuerpo?" escribió alguna vez el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, cuyas ideas influyeron gran parte del pensamiento de los siglos XIX y XX. Y aún del XXI, porque aquella pregunta, con alguna reformulación, está hoy más vigente que nunca: ¿Un cuerpo o una genitalidad, nos definen?.

Es el punto de partida del foro, que inauguró la filósofa y ensayista argentina Esther Díaz, protagonista del filme "Mujer Nómade", en el que el realizador Martín Farina recorre su vida y muestra como esta mujer de 78 años enfrenta los mandatos de una cultura patriarcal, que le demandan verse siempre joven y hermosa.

La cámara muestra sus dilaciones entre la razón (mujer pensante) y la voluntad (verse atractiva). Pero fundamentalmente demuestra cómo la filosofía atraviesa un cuerpo.

"La mujer es 'cogible' (sexualmente deseable, NDR) hasta los 40 años. Después no existe. El cine me ha subjetivado. Con esta película, en la que se ve cómo me aplican bótox, demostré que a mi edad puedo mostrar el cuerpo, sentir deseo y 'coger' (tener sexo)", sostuvo Díaz sin rodeos.

El foro no solo pretende debatir acerca de la posición de desventaja de las mujeres en cine tanto frente como detrás de las cámaras, sino plantear también la escasa presencia en la pantalla de las distintas identidades de género.

A ello se refirió otra de las integrantes del panel, la actriz transgénero brasileña Julia Katherine, quien relató que desde muy pequeña deseaba dedicarse a la actuación y recién lo logró hace algunos años.

"Ahora no sé por cuánto tiempo podré seguir haciéndolo.

Brasil es uno de los países que mata a más mujeres trans.

Tenemos muy poca visibilidad, no solo en el cine sino en la vida", sostuvo. Agregó que hoy su país está "en una situación que es casi una dictadura. Es un momento de mucho miedo y retroceso".

"Pensar que desde el 1ro de enero quizá ya no pueda trabajar más en cine me preocupa mucho", dijo sobre la fecha en que asumirá la presidencia el recientemente electo candidato de derecha, Jair Bolsonaro, abiertamente racista y homofóbico.

Katherine es la protagonista de "Lembro mais dos corvos", el primer largometraje de Gustavo Vinagre, un documental intimista que logra un exquisito autorretrato a través de un diálogo honesto. No sobre la transexualidad sino acerca del modo de sentir la vida y cómo las personas corrompen la imagen que uno tiene de sí mismo.

En referencia a la voluntad y la libertad de ser y estar en el mundo habló la fotógrafa y cineasta franco-armenia Valérie Massadian. Sus películas -"Nana" (2011) y "Mila" (2017), ambas ganadoras en el Festival de Locarno- ponen de manifiesto la animalidad de la mujer, el modo en que se relaciona con la naturaleza y con sus semejantes.

"Cada vez que voy a un festival de cine siempre hay cinco tipos (hombres) blancos que dicen: 'Este año hicimos muchas películas con mujeres'. Tendría que ser al revés, muchas mujeres tendrían que estar diciendo 'hicimos cinco películas con hombres blancos, este año", aseveró.

Agregó que la discriminación y el abuso hacia las mujeres en el cine son de larga data. Ya que "el #MeToo no empezó con una actriz blanca de Hollywood, sino mucho antes con activistas negras, hace muchísimos años. Pero hoy todos pensamos en Kevin Spacey (el despedido actor de la serie House of Cards) cuando se habla de estos casos".

También ella sufrió un avance sexual cuando se reunió con un productor para financiar su primer filme. Y el segundo candidato, le indicó cómo tenía que encarar su película, así que decidió hacerla por su cuenta.

Aconsejó a las cineastas que la única manera de terminar con esto es "alejarse de la figura del padre abusivo y eso se logra con independencia económica". Para alcanzarla propuso la práctica llamada "togetherness" (unión), a través de la formación de colectivos de mujeres.

También participaron en el foro las actrices argentinas Calu Rivero, Noemí Frenkel y Muriel Santa Ana, quienes hablaron de sus experiencias en la industria cinematográfica.

Santa Ana sostuvo que "toda actriz está expuesta a violencias por su aspecto físico y es muy difícil no ceder ante otras violencias, como entrar a un quirófano porque piensa que lo suyo es un defecto a corregir".

Ser actriz, dijo, "define una forma de libertad, de resistencia". Por eso, expresó su admiración por dos mujeres fuertes, que se alejaron del estereotipo femenino y se impusieron en el cine argentino de los años '30 y '40: Niní Marshall y Tita Merello.

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