México alberga un encuentro internacional de muralista

Artistas de ocho países, la mayoría latinoamericanos, asisten al Primer Encuentro Internacional de Muralismo.
miércoles, 16 de enero de 2019 · 07:00

Artistas de ocho países, la mayoría latinoamericanos, asisten al Primer Encuentro Internacional de Muralismo, que se lleva a cabo en la localidad lacustre y turística de Xochimilco, al sur de la capital mexicana y donde se proyecta pintar algunas obras.

Antes de la inauguración de esta cita, organizadores y los artistas pidieron permiso a la "Madre Tierra" o "Pachamama", el término en lengua quechúa, a través de una ceremonia prehispánica, a través de un ritual con danzas indígenas.

La reunión concluye el 30 de enero y se proyecta la realización de 10 murales, a cargo de artistas de Argentina, Costa Rica, Paraguay, Honduras, Nnicaragua, Ecuador, Brasil y México.

Las discusiones, conferencias y trabajos del encuentro se llevan a cabo en el "Canal Sagrado Teopantli", un centro cultural y de sanación cuyos muros sirven de lienzos para realizar las piezas artísticas.

El cónclave y el proyecto es organizado por artistas capitalinos del Coelctivo Mur-art y por la Fundación del muralista colombiano-mexicano Ariosto Otero.

Otra de las obras que se lleva a cabo en este encuentro es una recreación de un "Teocalli" o templo prehispánico de Mesoamérica y un baño de temascal (de vapor con uso de hierbas medicionales) en forma de serpiente.

Durante la apertura de la reunión estuvieron presentes David Celis, coordinador de los trabajos, la diputada local Flor Ivone Morales, quien dijo que apoyará el proyecto de Mur-art.

"Lo que más me atrae es que artistas de otros países vengan a plasmar su perspectiva de nuestra cultura y dejarla como legado", señaló Morales.

Los murales serán pintados conforme a los temas relacionados con la cultura prehispánica.

México tiene una larga tradición de artistas expertos en muralismo como los tres grandes exponentes de la pintura nacionalista del siglo XX: David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera.

Xochimilco, que alguna vez fue conocido como "la antigua Venecia mexicana" y cuenta con numerosos pueblos habitados por grupos indígenas, tiene también un historial muy vasto sobre esta técnica.

En 2016, fue escenario del primer Encuentro de Muralismo con Raíces en la Chinampa y el Agua en la localidad Santa Cruz Acalpixca.

La Chinampa es una forma muy original de cultivo basada en una especie de pequeño islote en el que se cultivan hortalizas de todo tipo y que todavía se utiliza en los tiempos actuales.

En la cita, los muralistas participantes plasmaron en sus muros las demandas de la gente demostrando, según sus organizadores, "que el arte es necesario y una herramienta de construcción social muy poderosa". "Aquí el muralismo coadyuvó en poner un granito de arena en el restablecimiento de parte del tejido comunitario destruido por partidos políticos, gobiernos municipales corruptos y ciudadanos sin escrúpulos que han deteriorado no solo el medio ambiente sino también minado las estructuras comunitarias tradicionales", señalaron los convocantes. El muralismo sobrevive a pesar de que fue identificado con el "realismo socialista" y denostado por servir de propaganda para el comunismo durante los agitados años de la Guerra Fría.

Ahora, resurge como una expresión distinta aunque todavía comprometida con las luchas de los pueblos indígenas.

La zona lacustre de Xochimilco fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO pero sigue siendo objeto de saqueo, sobre todo de sus recursos acuíferos.

"Secando las chinampas, los ojos de agua no tienen tiempo de recuperarse y han sido explotados por más de 100 años sacándoles 200 litros por segundo, y destruyendo también la memoria histórica y cultural de esos sitios", denunció el Movimiento de Muralistas Mexicanos.

Desde hace cinco años, hay un proyecto de muralismo comunitario iniciado por el artista Edgar Espinoza que comenzó a trabajar en la comunidad de Xochimilco.

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