Los mitos sobre el cigarrillo electrónico

Atención: las únicas terapias de remplazo de nicotina documentadas como efectivas son los chicles, parches y caramelos.
martes, 8 de octubre de 2019 · 07:00

Verónica Schoj, especialista de la Secretaría de Salud de la Nación, y Marita Pizarro, codirectora de una ONG que lucha contra el tabaquismo, sostuvieron que es necesario desterrar los seis mitos que subsisten en torno a los cigarrillos electrónicos.

1. Vapear no es lo mismo que fumar porque el vapor no es lo mismo que el humo: “La industria fomenta el uso del verbo ‘vapear’ porque la gente asume que lo que se inhala es agua en fase gaseosa. Nada más lejos de la realidad ya que el líquido que se combustiona tiene nicotina además de otras sustancias tóxicas, dijeron las expertas.

2. El cigarrillo electrónico sirve para dejar de fumar. “Incluso a veces funciona como una barrera para la cesación tabáquica y suele llevar al consumo dual. Como sigue consumiendo nicotina, el usuario de cigarrillo electrónico sigue atrapado en el rito y en la droga”, aseguró Schoj al justificar la falsedad de ese punto.

3. El cigarrillo electrónico es menos dañinos que el cigarrillo convencional. “Aunque pueda contener menos o nada de nicotina, cada vez aparece más evidencia de la presencia de sustancias ‘tóxicas o cancerígenas’ entre los otros componentes químicos del producto que se combustiona, “tales como grupos carbonilos o acetaldehído”, explicaron.

4. Cigarrillo electrónico y los productos de tabaco calentado (PTC) son lo mismo. “Los PTC son productos que calientan el tabaco para liberar nicotina, mientras que los cigarrillos electrónicos calientan líquidos que pueden contener nicotina, o no” (OMS).
No obstante, “ambos liberan sustancias tóxicas y cancerígenas”, acotó Pizarro, quien señaló que “si bien el particulado es de menor concentración en el tabaco calentado, no quiere decir que sea inocuo”. Además, en los PTC “siempre hay nicotina, o sea que se sostiene la adicción”, agregó. Aunque son furor entre los jóvenes de otros países, los PTC aún no entraron en la Argentina.

5. El cigarrillo electrónico o el tabaco calentado se puede usar en lugares cerrados porque no genera fumadores pasivos. “El cigarrillo electrónico convierte una sustancia líquida en humo para ser aspirado, pero lo que se desprende en uno y otro caso, es tóxico y los expuestos en un ambiente cerrado pueden enfermarse.
Además, al ser un producto del tabaco, al cigarrillo electrónico le caben las mismas restricciones que a los demás: prohibición de publicidad y de uso en lugares cerrados, pero no se cumple”, dijo Pizarro.

6. El cigarrillo electrónico puede ser considerado una terapia de reemplazo de nicotina. “Las únicas terapias de remplazo de nicotina documentadas como efectivas son los chicles, parches y caramelos. En el caso del cigarrillo electrónico o los PTC, la evidencia disponible es insuficiente para recomendarlo como terapia alternativa para dejar de fumar”, señaló Pizarro.

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