Gabriela Mistral llega a los rincones de Chile

Una réplica del premio Nobel de Literatura que en 1945 recibió la poetisa recorre ese país.
martes, 11 de junio de 2019 · 07:00

(ANSA) - Una réplica del premio Nobel de Literatura que en 1945 recibió la poetisa chilena Gabriela Mistral recorre por primera vez el territorio de ese país, como una manera de acercar a la ciudadanía a la autora de "Piececitos de niños".

La iniciativa surgió del Museo de Arte Colonial San Francisco, que guarda la réplica y original del codiciado galardón que Mistral entregó en custodia a la Orden Franciscana.

La primera mujer americana en alcanzar la más alta distinción de las letras mundiales entregó a los franciscanos el cuidado de su apreciado premio por la profunda admiración y atracción hacia la figura y el pensamiento de San Francisco de Asís. Mistral era miembro seglar de la orden de San Francisco.

La primera ciudad en recibir la réplica de la medalla del Nobel fue la Escuela Gabriela Mistral de Tomé, recinto educacional ubicado a 500 kilómetros al sur de Santiago, que educa diariamente a 940 estudiantes en situación vulnerable.

"Como escuela nos hemos preocupado de que nuestros alumnos tengan el sello de Gabriela Mistral, por lo que para ellos es muy importante recibir y poder conocer el reconocimiento que ella obtuvo. Como escuela agradecemos la iniciativa del Museo de Arte Colonial San Francisco de poder vivir este momento", comentó Solange Ramírez, profesora del establecimiento.

Fray Fernando Candia, párroco de la Iglesia de San Francisco en Concepción, destacó la importancia que tiene para la Orden Franciscana la labor que está realizando el Museo de Arte Colonial San Francisco al iniciar esta itinerancia por el país, ya que de esta forma "estamos cumpliendo con la tarea que Gabriela Mistral nos entregó de llevar su legado a los lugares más vulnerables de Chile. Agradezco ser parte de este trabajo".

Desde el 16 de noviembre de 1983, el museo cuenta con una sala dedicada exclusivamente a la poetisa, y que fue creada con el fin de custodiar y poner a disposición de la comunidad, los objetos legados por ella misma a la Orden Franciscana de este país.

En el lugar, donde todo revive la manera simple, sencilla y humilde de la gran escritora, se encuentran el pergamino y la medalla originales que ganó al recibir el premio Nobel en 1945, artículos personales como manuscritos, cartas, condecoraciones de universidades chilenas y extranjeras, fotografías, esculturas y objetos de devoción.

Desde la dirección ejecutiva se ha hecho un trabajo por fortalecer la presencia de Gabriela Mistral desde un ámbito desconocido que tiene que ver más allá de la muerte con los niños de Chile y el rol de la congregación franciscana como custodio donde manifiesta el amor a Chile, más allá de la muerte, resumió la directora Orietta Grandi en diálogo con ANSA.

Recordó que cuando se inició la celebración del cumpleaños de la poetisa, se informó que recorrería Chile, "y la primera en responder fue la Escuela de Tomé, lo que fue un regalo inmenso porque lleva su nombre".

La también actriz y gestora cultural explicó que esta escuela, "además de ser un establecimiento para niños de escasos recursos económicos, nos ha revelado una riqueza espiritual que trasciende todas las barreras que puede establecer la sociedad".

Anunció que tienen una invitación del Liceo de Niñas de Franklin (popular barrio de Santiago), "también llamado Gabriela Mistral, que ella fundó, dirigió e hizo clases a los 21 años".

Aquí alcanzó a estar sólo un año por las fuertes críticas discriminatorias de parte de los "estudiosos" de la época. No aceptaban que la maestra no tuviera un título. Ya en esa época Gabriela decide autoexiliarse, pero nunca, ni al momento de su muerte, pensó en abandonar a sus preferidos, los niños más pobres. Grendi contó que hay invitaciones de la ciudad también sureña, Temuco, y de la Patagonia, desde la argentina Ushuaia. "Lo que nos interesa es fortalecer la espiritualidad franciscana de Gabriela Mistral y su vínculo con la ecología y la protección de nuestro Planeta, como también la aceptación del otro, labor que se hace en un dúo entre el hermano franciscano y un representante del museo", completó.

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