Una casa única en la "Biarritz sudamericana"

La historia de la arquitectura sudamericana tiene una joya curiosamente oculta.
martes, 11 de junio de 2019 · 07:00

(ANSA) - La historia de la arquitectura sudamericana tiene una joya curiosamente oculta en el corazón de una de las ciudades más turísticas de la Costa Atlántica, aquella Mar del Plata que supo apodarse "la Biarritz argentina" y donde veraneaban en los primeros años del siglo XX las familias más aristocráticas de un país que prometía convertirse en potencia mundial.

Allí se encuentra, entre otras, la mansión que habitó Victoria Ocampo, escritora y editora, amiga de los principales escritores del siglo y centro de un grupo literario reunido en torno a la revista Sur. También el majestuoso palacete que perteneciera a la familia Ortiz Basualdo, hoy convertido en el Museo de Bellas Artes Castagnino.

Pero además de estas riquezas arquitectónicas de inspiración europea, puestas en valor a través de museos, Mar del Plata posee una casa poco conocida y que sin embargo hizo historia en la arquitectura argentina. Se trata de la Casa sobre el Arroyo, que los vecinos también conocen como la "casa del puente", diseñada por el arquitecto Amancio Williams para su padre, el músico Alberto Williams, un defensor de la riqueza del folklore nacional y pionero en celebrar los valores de canciones y danzas populares. La casa es de estilo moderno argentino, con un depurado planteo formal, geométrico, técnico y estético. Fue diseñada en 1943 a partir de una estructura espacial que se desprende del suelo formando un arco que une poéticamente las orillas del arroyo, y que eleva las zonas de habitar a la altura de la copa de los árboles.

Desde allí, en el sector específico del estudio musical, Williams componía sus obras directamente asociadas al sonido de la naturaleza. El arroyo obraba como elemento convocante del canto de los pájaros y de la presencia de otras especies que inspiraban sus partituras.

Arquitectos del renombre de Frank Lloyd Wright, Walter Gropius, Le Corbusier y Alvar Aalto reconocieron el valor integral de la obra de Amancio Williams, que realizó la casa con la colaboración de su esposa Delfina Gálvez Bunge. De hecho, Williams fue el único interlocutor en la Argentina de Le Corbusier, para quien construyó el proyecto de la Casa Curutchet en La Plata.

La Casa sobre el Arroyo, que fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional, se levanta por encima del arroyo Las Chacras, rodeada de dos hectáreas de un bellísimo parque que hoy, después de años de maltrato y abandono, está protegido y se puede visitar, así como la casa-museo. El interior de la antigua vivienda, que fue utilizado a lo largo del tiempo como sede de una radio y luego abandonado y vandalizado, hoy es la sombra de lo que fue: sin embargo, en espera de una restauración, las fotografías de su disposición original, los planos y los amplios ventanales que la sumergen en la vegetación circundante permiten vislumbrar cómo era la Casa sobre el Arroyo en su época de esplendor.

En aquellos años, había sido amueblada con sencillez y despojada de ornamentos innecesarios, pero sí con muebles de autor como la Silla BKF (Grupo Austral), el Sillón Zafari (Amancio Williams) y la Chaise Longue LC4(Le Corbusier).

En 2015, cuando se inauguró en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) una muestra sobre "Latin America in construction", la Casa del Puente participó y fue promovida como uno de los íconos relevantes de la arquitectura latinoamericana del siglo XX. El mismo año, fue nominada en los premios internacionales del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio, en la categoría Arquitectura.

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