Investigaciones con animales pagan tasa

Científicos italianos tuvieron una dura reacción tras la imposición del pago de tasas sobre leste tipo de experimentación. El decreto apunta a la protección de estas criaturas.
sábado, 17 de agosto de 2019 · 09:00

(ANSA) - Científicos italianos tuvieron una dura reacción tras la imposición del pago de impuestos sobre la experimentación con animales, a partir de un decreto del ministerio de Salud. La norma, publicada en el Boletín Oficial el 25 de julio pasado, motivó malestar entre los investigadores quienes piden una moratoria y denuncian que existen graves riesgos de que bloquee, de hecho, la investigación pública. El subsecretario de Salud, Armando Bartolazzi, intentó calmar las aguas y les aseguró que en septiembre se hará una revisión y simplificación de la normativa.

El decreto afecta "la determinación de las tarifas debidas al ministerio de Salud, a los fines de la liberación de las autorizaciones relativas a la protección de los animales utilizados con fines científicos".

Además, prevé tarifas diferenciadas: para el otorgamiento y la renovación de la autorización de proyectos de investigación el impuesto es, por ejemplo, de 642.59 euros, mientras que la autorización de proyectos investigativos que requieran el uso de animales implica una taza de 613,60 euros. El nuevo impuesto no le gusta, sin embargo, a las sociedades científicas. Seis organizaciones -la Sociedad Italiana de Farmacología; de Toxicología; de Neurología; de Neurociencias; de Fisiología y la de Inmunología Clínica y Alergología-, junto al presidente del Instituto de Investigaciones farmacológicas, Silvio Garattini, enviaron hoy una carta a los ministros de Salud, Economía y Educación en la que piden una moratoria en la aplicación del decreto.

Aseguran que se trata de un freno a la investigación pública en un contexto de "reducción progresiva de los financiamientos públicos para la investigación, lo que llevó al país a uno de los últimos puestos a nivel europeo".

La solicitud de realizar un pago anticipado por una prestación ministerial en cumplimiento de una ley es percibida por los investigadores como "un nuevo agravio económico y administrativo en el desarrollo de sus investigaciones independientes".

Los científicos precisaron que se sabía desde 2014 que la aplicación de impuestos sobre la experimentación animal sería impuesta. Sin embargo, "parece que el decreto se publicó en el Boletín Oficial sin una preventiva y adecuada actividad de difusión, lo que tomó por sorpresa a las administraciones públicas".

En la carta, piden también "una diferenciación de las tarifas sobre la base de la tipología de las investigaciones", considerando de manera separada las investigaciones independientes y la investigación de organizaciones con fines de lucro.

Días pasados, expertos del Gruppo 2003, también hicieron escuchar sus críticas. Hablaron de "medidas persecutorias" que amenazan con debilitar la investigación biomédica italiana.

A pesar de la lluvia de quejas y críticas, Bartolazzi mostró signos de apertura. "Soy conciente que en el decreto, necesario para adecuarnos a la normativa de la Unión Europea en la materia, hay muchos obstáculos que de hecho dificultan el desarrollo de la investigación pública y, por eso, en septiembre haremos una comparación para estudiar una simplificación y revisión de la norma", sostuvo. En tanto, en julio, se creó en el ministerio de Salud un grupo de trabajo para la promoción de métodos alternativos a la experimentación animal, que cuenta con el apoyo de la ministra Giulia Grillo, según quien "los tiempos están maduros para comenzar de cero".