Santa Sangría, la bebida que es furor

En sus versiones Citrus, Tropical y Tropical Rosé, la mezcla frutal y de vino ya se comercializa en todo el mundo
miércoles, 22 de enero de 2020 · 07:12

La pyme mendocina Santa Sangría continúa pisando fuerte y ahora apunta a consolidar su expansión en el mercado internacional.

Desde su salida al mercado en el 2018, el producto es comercializado en varios países como Estados Unidos, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Belice, Bolivia y Paraguay. Además, próximamente estarán presentes en México, Panamá, Ecuador, India, Vietnam, Perú y Colombia, con el firme objetivo de continuar conquistando los paladares del público joven e irlos introduciendo al mundo del vino.

La compañía nació hace más de una década, enfocada en la producción vitivinícola, tanto de marca propia como para terceros. Sin embargo, la crisis de la industria durante el 2018 los llevó a repensar el negocio y buscar alternativas. “El foco de la compañía es la innovación. Buscamos desarrollar nichos de mercado porque eso nos permite darle valor agregado a lo que se produce y salir a competir” señaló su Damián Torres, uno de sus creadores.

La sangría, una mezcla frutal y fresca de vino con jugos naturales, está orientada a la gente joven que no está muy acostumbrada al vino puro, convirtiéndose en una buena manera de disfrutar de esta bebida. En el caso de Santa Sangría, es un producto refrescante de baja graduación alcohólica y que se encuentra disponible en envases de larga duración, permitiendo al consumidor ampliar sus momentos de consumo.

Santa Sangría fue pensado como un producto ideal para disfrutar en cualquier ocasión, y que al mismo tiempo contara con un envasado sostenible y amigable con el medio ambiente. Por ello, la empresa confió en Tetra Pak para distribuir la bebida en envase Tetra Brik® Aseptic, el cual permite mantener las propiedades y calidad del producto por mucho más tiempo y sin necesidad de conservantes gracias al proceso de envasado aséptico, la renovabilidad de sus materiales y su reciclabilidad, contribuyendo a una economía circular baja en carbono que mantiene valiosos materiales en uso, previniendo los residuos, ahorrando recursos y reduciendo el impacto climático.

 

Valorar noticia