Trastorno bipolar y cuarentena: cómo disminuir recaídas

En esta nota, un especialista en psiquiatría destaca datos clave a tener en cuenta al atravesar la situación actual de aislamiento con personas que lo padecen.
miércoles, 1 de abril de 2020 · 07:47

El trastorno bipolar es un desorden crónico en el que se alternan períodos de depresión, otros de exaltación del ánimo (conocidos como episodios maníacos o hipomaníacos) y períodos de “eutimia” o de “normalidad”, es decir casi sin síntomas. Es bastante más común de lo que se cree; afecta al 3,5 % de la población argentina.

La pandemia por conovarius COVID-19 que estamos atravesando es una situación única y sin precedentes para la mayoría de la población. A medida que pasan los días, están aumentando los niveles de angustia y de ansiedad en muchas personas, incluyendo a quienes padecen trastorno bipolar. Existen múltiples variables psicológicas y socioambientales que pueden actuar como disparadores y moduladores de episodios afectivos. Altos niveles de estrés y ansiedad, conflictos con personas convivientes, mala organización del sueño, aumento del consumo de alcohol y otras sustancias pueden desencadenar tanto episodios depresivos como maníacos y así impactar en forma negativa en la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad, como de sus familiares.

 

Consideramos necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones para disminuir el riesgo de recaída:

Mantener patrones de sueño regulares y dormir la cantidad de horas necesarias

Hacer actividad física

Aprender técnicas de manejo de estrés y resolución de problemas, que ayudará a disminuir los niveles de ansiedad

Tener una alimentación balanceada. Las dietas estrictas, con gran pérdida de peso en poco tiempo pueden desencadenar episodios.

Mantenga una buena adherencia a los fármacos prescriptos.

Evite consumo de cannabis y otras sustancias, incluyendo psicoestimulantes (bebidas energéticas)

 

Otras recomendaciones para un adecuado manejo de la enfermad:

Muchas personas con trastorno bipolar, aunque no todas, padecen otros problemas de salud mental y del resto del organismo. Son habituales los trastornos de ansiedad, de personalidad, abuso de sustancias y también otras enfermedades médicas, como el síndrome metabólico, problemas cardiovasculares, diabetes mellitus, problemas tiroideos, migraña y fibromialgia. Es necesario tomar las medidas necesarias para tener un adecuado control de dichas condiciones en quienes las padezcan.

Continuar con el tratamiento del trastorno bipolar durante los episodios de eutimia (libres de síntomas) es fundamental, ya que el abandono del mismo es una de las principales causas de recaída.

Con frecuencia son los amigos, familiares o allegados quienes notan las manifestaciones de una recaída, pero quienes las padecen no perciben su propio cambio o no lo consideran anormal o de riesgo. Por ello es necesario establecer, de antemano, entre afectado y familiares un plan de acción en caso de crisis.

Usar un registro del ánimo. Sirve para poder comprender mejor la enfermedad, relacionar desestabilizantes con episodios, conocer cuándo un tratamiento funciona o no.

Familiares o allegados

Infórmese sobre la enfermedad. Aprenda a reconocer el comienzo de los episodios de su ser querido (no en todas las personas se inicia de la misma manera)

Tenga contacto con los profesionales que tratan a su ser querido. Aprenda a ser un informante del ánimo. Ello requiere confianza, más que conductas de vigilancia, especialmente en los episodios en los que el afectado pierde la conciencia de enfermedad

Ayude al afectado a controlar la salud en general

Planificar, hacer acuerdos durante la eutimia sobre cómo actuar en caso de crisis y respetarlos durante las mismas

Frente a los episodios depresivos, no olvidar que la mejoría no depende de la voluntad de la persona afectada. Es importante evitar palabras que pueden ser bien intencionadas, pero que no son útiles e incluso pueden ser contraproducentes, tales como “ponete las pilas” o “poné voluntad”. El mejor apoyo puede ser la presencia y conducta de comprensión

En caso de que existan manifestaciones de muerte, es importante prestar oídos, no criticar o desestimar, preguntar hasta dónde se ha llegado a planificar un acto suicida y adelantar el control de salud y comunicarlo al equipo tratante a la brevedad.

 

Signos de alarma, que indican contacto con profesional de salud:

Inicio de episodio maníaco o hipomaníaco. No en todas las personas comienza de la misma manera, por eso es importante conocer las características de la enfermedad. Los síntomas de exaltación el ánimo consisten en aumento del nivel de energía, estado de ánimo elevado o irritable, distractibilidad, disminución de la necesidad de sueño, comportamientos imprudentes y disminución del autocontrol (por ejemplo gastos desmedidos e indiscreciones sexuales), pensamiento y lenguaje acelerados, aumento de la autoconfianza. Algunas personas pueden tener ideas delirantes y más raramente alucinaciones. Con frecuencia son los amigos, familiares o personas que rodean al afectado o afectada quienes notan estas manifestaciones, pero quienes las padecen no perciben su propio cambio o no lo consideran anormal o de riesgo (sí cuando el episodio desaparece).

Manifestaciones de muerte y suicidio. Los episodios depresivos son la manifestación más frecuente de esta enfermedad para la mayoría de las personas y los pensamientos de muerte  son síntomas habituales.

 

Julián Pessio, médico especialista en psiquiatría.

Coordinador de la Clínica de Trastornos del Ánimo de INECO

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