Entre el juego y la publicidad, el éxito del advergaming
En la actualidad, el advergaming se ha disparado literalmente, hasta el punto de que se pueden contar varios ejemplos.Buscando la palabra en el diccionario, no cabría duda: un advergame es un "juego que utiliza técnicas publicitarias para promocionar un producto o servicio". En cambio, según el IAP, el Instituto de Autodisciplina Publicitaria, es "una forma de comunicación comercial que pasa a formar parte de un juego electrónico interactivo desarrollado específicamente para la promoción de un producto o marca".
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En resumen, estamos hablando de una nueva forma de publicidad, un híbrido entre el juego real y el marketing. Algo parecido a lo que ocurre en el sector del juego con los bonos, una estrategia de captación de clientes que explota ciertos procesos propios de la gamificación para llegar a un nuevo público. Los casinos online, de hecho, al ofrecer bonificaciones, recompensas y premios consiguen tanto retener a sus usuarios como adquirir otros nuevos. La combinación de juego y marketing, en fin, parece realmente exitosa y a través de los advergames encuentra un nuevo y especial desarrollo.
Para comprender mejor su potencial, podemos poner ejemplos y citar la batalla de marketing entre Coca Cola y Pepsi. Estamos a finales de los años 90, cuando Atari 2600 lanzó el advergame Pepsi Invaders. Se trataba de una versión especial, por supuesto, del clásico Space Invaders, con una pequeña diferencia: los alienígenas a derrotar eran letras que, combinadas, creaban el nombre del competidor. Obviamente, Pepsi no se quedó de brazos cruzados, así que en 1999 lanzó en Japón un videojuego para la PlayStation, titulado Pepsiman, en el que el jugador tenía que guiar al protagonista para salvar a unas personas que se morían de sed.
En la actualidad, el advergaming se ha disparado literalmente, hasta el punto de que se pueden contar varios ejemplos. En primer lugar, están los advergames ilustrativos, en los que las marcas son fundamentales para la experiencia de juego, ya que caracterizan los gráficos y la dinámica. Un ejemplo es el Juego de la Abeja creado por la marca italiana Mulino Bianco, cuyo objetivo es responder a varias preguntas sobre agricultura sostenible y el premio es una serie de cupones para utilizar en productos de la marca.
Otro tipo son los advergames demostrativos, que se basan más bien en la implicación del jugador. De este tipo es el Nike 3D Vine Carter, en el que el usuario puede probarse diferentes zapatillas mientras simula ser el gran jugador de baloncesto. Por último, encontramos los advergames asociativos, donde videojuego y marca se combinan de forma más suave, como en el caso de Car Bush, donde podemos encontrar carteles publicitarios reales con la empresa a la que se quiere patrocinar.
Con los advergames, en definitiva, se puede hacer publicidad en cualquier sitio. Incluso mientras te diviertes o juegas.