Día del Mate: cuándo se celebra y cómo surgió esta fecha
Actualmente, el mate está presente en más del 90% de los hogares. Los argentinos consumen un promedio 6,4 kg de yerba por habitante por año.El sábado 30 de noviembre se celebra en Argentina el Día Nacional del Mate, un homenaje a una bebida que es mucho más que una infusión: es un ritual, un símbolo del patrimonio cultural y un reflejo de la identidad argentina. Aunque el mate siempre formó parte de la vida cotidiana, no fue hasta 2013 cuando el Congreso lo reconoció oficialmente como infusión nacional.
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Recién en 2014, el Gobierno estableció el 30 de noviembre como el día para celebrar anualmente al mate, rindiendo homenaje a Andrés Guacurarí y Artigas, conocido como Andresito, un líder guaraní que jugó un papel importante en la defensa de la autonomía regional y la preservación de las tradiciones locales.
Historia del mate
La historia del mate empieza de la mano de los guaraníes, que descubrieron las propiedades únicas de las hojas del árbol Ilex paraguariensis. Utilizaban el mate no sólo como bebida, sino también como objeto ritual e incluso como moneda.
Cuando los conquistadores españoles se encontraron con los guaraníes en la selva, observaron que los nativos poseían una resistencia excepcional después de beber mate, especialmente durante largos viajes. Con el tiempo, los jesuitas adoptaron y cultivaron la planta, extendiendo su popularidad más allá de las comunidades indígenas.
Hoy en día, el mate está presente en más del 90% de los hogares, y los argentinos consumen un promedio 6,4 kg por habitante por año, según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
Aunque el ritual de compartir el mate es intrínsecamente social, también invita a un mundo de sabores, ya que tradicionalmente se marida con distintas delicias tanto dulces como saladas. Para la mayoría de los argentinos, disfrutar del mate con una medialuna o un criollito es una forma ideal de compartir un momento con amigos, familiares o compañeros de trabajo. Y la larga tradición panadera y pastelera de Argentina dio lugar a una rica variedad de dulces que complementan a la perfección el sabor del mate.
Mate y algo rico, una tradición argentina
En muchos hogares, el aroma de las facturas y medialunas recién horneadas es el comienzo perfecto del día y una invitación a reunirse en torno al mate. Las facturas aportan un delicado dulzor que equilibra el intenso sabor del mate. En especial cuando hablamos de medialunas, la textura esponjosa y mantecosa las convierte en un maridaje irresistible con las fuertes notas herbales del mate.
Para una experiencia más dulce, los alfajores son una opción popular. Su rico y dulce relleno contrasta con la astringencia del mate, creando una deliciosa mezcla de sabores. En los días más fríos, sobre todo cuando llueve, las tortas fritas son la opción más elegida. La calidez y sencillez de este dulce lo convierten en el compañero ideal del mate, ya que contrasta de forma reconfortante con las cualidades vigorizantes de la bebida.
Para los paladares del team salado, los bizcochitos son la opción ganadora. Con su textura crujiente, los bizcochos añaden un bocado satisfactorio que equilibra el sabor distintivo del mate, ideales para la tarde en el trabajo.
El mate, un ritual argentino
En Argentina, el mate es mucho más que una bebida; es un ritual, una práctica diaria que une a generaciones e invita a la gente a detenerse, reflexionar y conectar. Ya sea un alfajor, una facturita, un bizcocho o una torta frita, la combinación de mate y panificados celebra la armonía de la tradición, el sabor y la unión.