La modernidad está en Medio Oriente

lunes, 15 de abril de 2019 · 07:00

por Bruno Casabona

especial para MendoVoz

 

En una sociedad en crisis, donde la gente está pidiendo igualdad, cuidado del medio ambiente y mejor distribución del poder y las riquezas, desde Siria, supuesta tierra de guerras y terrorismo, el pueblo de Rojava nos muestra en carne propia una nueva alternativa. 

Hace tiempo que estaba buscando información sobre la revolución de Rojava con la intención de escribir este artículo, pero mientras más iba descubriendo acerca de este increíble movimiento, más perdido me encontraba. ¿Cómo sintetizar la historia Kurda y las características de esta revolución de una forma amigable y atractiva para el lector?

Por suerte ayer me topé en youtube con una conferencia de la antropóloga y activista ecofeminista Yoyo Herrero López (la cual recomiendo ver). Ella, con una simpleza envidiable, utiliza cuatro pilares fundamentales para entender la importancia de esta revolución que llama a todo occidente a abrir los ojos, a volver a las bases, sin olvidar las condiciones en las que vivimos en el siglo XXI.

El famoso Kurdistán

Rojava es la denominación Kurda de una región en la parte norte de Siria, que está compuesta por tres cantones: Afin, Jazira, Kobanî, y donde habitan aproximadamente unas 2 millones de personas. Luego de la guerra civil en 2012, los habitantes de Rojava constituyeron un estado distinto al de Siria. Así se creó una región autónoma, con un gobierno independiente, democrático e igualitario. 

Los Kurdos son un pueblo del Medio Oriente con una historia antiquísima, que tuvo su mayor expansión entre los siglos XI  y XV, a través de la formación de los Emiratos (Principados) Kurdos. Desde entonces, y a lo largo de la historia, este pueblo, este pedazo de tierra, esta nación, se ha conocido como Kurdistán. Pero está sociedad quedaría sometida desde hace poco más de 500 años a la voluntad de sus poderosos vecinos, quienes les han quitado la posibilidad de expresarse. 

Desde aquél entonces, el pueblo Kurdo ha estado dominado o por iraníes o por turcos. Pero fueron estos últimos quienes ejercieron el mayor dominio controlando casi la totalidad de Kurdistan hasta finalizada la primera guerra mundial. Tras la caída del imperio Otomano y con la formación de los nuevos Estados-Naciones, las tierras kurdas quedarían divididas entre 4 países: Turquía, Irán, Irak y Siria.

El comienzo de la carrera

Pero el primer grito de liberación Kurdo tendría lugar en 1945 durante la Conferencia de Paz de San Francisco y desde allí no se detendría. En los años 70s se crearían los primeros movimientos independentistas que irían ganando aceptación entre los kurdos y que terminarían tomando el control en Rojava, luego de la guerra civil en 2012.

Hay un dato llamativo en esta revolución, y es que su líder Abdullah Öcalan permanece encerrado en una cárcel de Turquía desde 1999. A pesar de ello, en 2005, el líder kurdo escribió su trabajo más valioso Confederalismo Democrático, que influenciaría a todo Kurdistan y que sería clave para la organización del nuevo gobierno de Rojava. 

La Rojava kurda

Con la autoproclamación de esta nueva región en Siria, los kurdos tuvieron la oportunidad de sorprender al mundo, de demostrar cómo una comunidad heterogénea, desde el punto de vista étnico, cultural, religioso y lingüístico, puede coexistir en un mismo territorio.

Pero para poder explicarlo mejor, voy a tomar la estructura de la antropóloga Herrero Lopéz (con un ligero cambio), ya que hay cuatro pilares fundamentales que sostienen esta nuevo sistema: la ecología, el feminismo, el confederalismo democrático y la diversidad cultural.  Estos son la expresión más clara de un pueblo que está decidido a cambiar la estructura de su sociedad.

Ecología

El primer aspecto importante dentro de este pilar, es el desarrollo de una ecología social. Es un concepto elaborado por el pensador Murray Bookchin que propone el desarrollo económico de una comunidad sostenido por su diversidad natural y el cuidado de ella. Esto quiere decir un manejo humanista del medio ambiente, respetando las limitaciones físicas del mundo y reorganizando la vida en torno a ellas.

En este contexto, en Rojava se ha implementado un sistema de soberanía alimentaria. Esto es, la producción de alimentos en el lugar y utilizando criterios agroecológicos (basado en la diversidad de los cultivos y la utilización de recursos cercanos).

Feminismo

Fueron las mujeres las primeras en levantarse, y tal vez muchos ya hayan visto alguna noticia relacionada a la creación de las Unidades Femeninas de Protección. Pero la participación de ellas en esta reorganización va más allá del levantamiento armado y tiene que ver mucho más con su propio conocimiento, ese que ha adquirido a lo largo de la historia. 

“Las mujeres han sido mucho más conscientes de la importancia material de las relaciones para poder sostener esa vida encarnada en cuerpos vulnerables - sostiene la antropóloga -, y es por ello que es fundamental poner este conocimiento en el centro”. 

Pero la igualdad, en el norte de Siria, es también un aspecto de vital importancia para el florecimiento de una sociedad más justa. En Rojava, los órganos legislativos tienen que tener, al menos, una cuota de género del 40% para que se realice una votación.

También existe una figura que se llama double leadership (co-presidencia), que se aplica en los órganos civiles y militares que funcionan dentro del territorio del norte de Siria (esto incluye, incluso, la presidencia de los partidos de los consejos de barrio). Esta co-presidencia es ejercida por un hombre y una mujer, y se necesita el acuerdo de ambos para la toma de decisiones. Con esta estructura, se pretende descentralizar el poder y fomentar la búsqueda de consensos.  

Confederalismo Democrático

Este es un sistema de democracia directa, basado en consejos municipales elegidos por el pueblo que gozan de completa autonomía y control sobre sus tierras; mientras que trabajan en conjunto con otros consejos municipales a través de una red de confederaciones. Esto quiere decir que el centro económico y de poder nace desde abajo, desde la comunidad local (la municipalidad), y esta a su vez participa activamente en las confederaciones provinciales, o regionales (para todo Rojava).

El mismo, intenta involucrar a todos sus ciudadanos en el desarrollo de su comunidad, ya sea a nivel político, educativo o cultural. La idea es fomentar la autogestión para generar una gran diversidad de opiniones y pensamientos que enriquezcan a la sociedad en su conjunto.

El manejo de la propiedad es muy parecido a lo que ocurre en el norte de Argentina en algunos pueblos originarios, la cual no se considera ni privada ni pública, sino común. Para ello se ha creado un sistema de “Propiedad Por Uso”, lo que garantiza la utilización del bien, estando prohibida su venta en el mercado, o su conversión a empresas privadas. Este se basa en la presentación de proyectos, sujetos a aprobación del órgano administrativo, cediendo para ello el derecho de uso sobre el bien en cuestión. 

En cuanto al desarrollo económico, el “Plan Económico de la Gente” lanzado en 2012 tiene como objetivo principal el desarrollo de emprendimientos como cooperativas, a través de la “Propiedad Por Uso”. Estas cooperativas ya se han constituido en diferentes sectores de la economía como en la agricultura, la construcción, las fábricas manufactureras y la producción de energía.

Diversidad Cultural

Por último, es importante aclarar que en Rojava conviven un gran número de diferentes etnias, culturas, religiones y lenguas; por lo que la igualdad es uno de los valores más importantes para esta sociedad. Estas minorías, a través de distintas agrupaciones y cuotas en los órganos legislativos, tienen garantizada la participación en la toma de decisiones.

En Rojava el gobierno es laico, pero en su constitución garantiza el derecho de sus ciudadanos a la expresión religiosa. Además existen tres lenguas oficiales: el Kurdo, el Árabe y el Asirio; y cada representante puede utilizar durante las sesiones la lengua que desee ya que está previsto la intervención de traductores durante las mismas. Por otro lado, el gobierno fomenta la creación de asociaciones políticas, sociales y culturales, siendo estas las principales fuentes de contención y educación de un pueblo que intenta incansablemente mantenerse unido a pesar de sus diferencias.

Esto es Rojava, una alternativa a un modelo capitalista en decadencia. Un ejemplo de equilibrio con el medio ambiente, de respeto por la vida. Un modelo igualitario, en momentos en que el mundo entero pide a gritos un cambio de paradigma. Un ejemplo que no viene de los países “desarrollados”, sino de los revolucionarios.

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