Los beneficiados del nuevo sistema de Mitigación Aluvional

Tras la aprobación en la Legislatura, las presas que mejorarán el escurrimiento harán desplazar a varios habitantes.
martes, 9 de julio de 2019 · 09:00

El Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, a través de la Dirección de Hidráulica, diseñó el proyecto de Defensa de Escurrimientos Aluvionales en el Piedemonte del Gran Mendoza, conocido como Sistema de Presas Chacras de Coria-Sosa. Compuesto por siete grandes obras, que incluyen colectores aluvionales, retendrá 3.500.000 m3 de escurrimiento y evitará desbordes del canal Cacique Guaymallén.

El proyecto, elaborado en los 80 y optimizado en 2008, incluye la construcción de los diques Chacras y Sosa; la creación de los colectores Chacras, Sosa y Blanco Encalada; un trasvase de la cuenca Papagayos al dique Frías (este tiene mayor capacidad) y otro trasvase de la del Maure al Chacras.

Con este sistema se completa el círculo de protección aluvional que tiene la provincia desde el oeste piedemontano, es decir, el colector Las Heras, el San Isidro, las presas Papagayos, Maure y Frías, el colector Blanco Encalada y el canal Cacique Guaymallén.

David Cangealosi, director de Hidráulica, explicó que si se tiene en cuenta la cantidad de diques de atenuación de crecidas y los colectores aluvionales que hay en Mendoza, puede considerarse que la provincia es una de las más protegidas en esta materia. No obstante, el funcionario señaló que existen zonas, como las de Luján de Cuyo, que no poseen este nivel de protección, situación que se revertirá al construir el sistema de la Presa Chacras de Coria-Sosa.

El proyecto de declaración pública de los terrenos donde se construirán las presas ha sido aprobado por la Legislatura, a fin de lograr la intangibilidad de la obra, de modo que no sea limitada por ningún proyecto público ni privado que pueda afectar su ejecución.

La declaración de interés público es el primer paso para la expropiación de los terrenos y la relocalización de las personas que allí habitan, garantizado dentro de esa norma. De este modo, se pueden comenzar a ejecutar las obras necesarias como, por ejemplo, los diques aluvionales que derivan las aguas de las zonas pobladas y mitigan los posibles efectos de los fenómenos naturales. Esto sería el principio de la solución para las inundaciones del pìedemonte y una forma de materializar su ordenamiento territorial.

La obra tiene un presupuesto de $1.000 millones, que serán financiados a través de organismos internacionales de crédito.

 

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